El stock de deuda pública creció en el último trimestre del año un 8% frente al tercero y llegó a los u$s 332.191 millones, según se desprende de información actualizada por la Secretaría de Finanzas. De esta manera, en el cierre del 2018, el salto del endeudamiento durante el año pasado, período en el que del Fondo Monetario Internacional se recibieron unos u$s 28.300 millones en los sólo seis meses, motorizó a que el stock de deuda medido como porcentaje del PBI alcanzara el 86,2%.
Al evaluar el peso de la deuda en el producto, además del endeudamiento, jugaron también en sentido negativo otros dos aspectos: la fuerte devaluación del año pasado (ya que de esa manera el PBI medido en dólares vale menos) y también la caída de la actividad. ¿El resultado? En un año el stock de obligaciones del sector público trepó casi 30 puntos cuando pasó del 57,1% hasta el 86,2% de fin de 2018. Hay que remontarse a 2005 para encontrar un porcentaje similar: en ese año se llegó a 80,5%.
La manera que la Secretaría de Finanzas hace este cálculo es tomando en cuenta el PBI promedio de los últimos cuatro trimestres y el tipo de cambio del último día hábil del período en cuestión. Como el último día de septiembre había tocado máximos, el anterior dato disponible marcaba que la deuda como PBI era de 95%. Como a fines de diciembre el dólar estaba más cerca de los $ 37, ese porcentaje se acomodó en el 86,2% actual.
El FMI había calculado que el stock de deuda como porcentaje del PBI iba a ser un poco menor al cierre del año pasado: de 81% del producto. "Los indicadores de carga de la deuda empeoraron desde el momento de la solicitud del programa (en mayo) y más allá de lo previsto en el escenario adverso. Se espera que la deuda pública alcance un máximo del 81% del PBI para fines de 2018", habían marcado los técnicos del organismo , liderados por Roberto Cardarelli, en el staff report conocido a fines de octubre (el último disponible).
Puntualmente, menciona que creció en 16 puntos frente a cuando se aprobó el programa, en junio. "Esto refleja la reciente depreciación del tipo de cambio real y la alta proporción de deuda denominada en moneda extranjera y, en menor medida, un menor crecimiento del PBI", detallaba el informe. No obstante, un funcionario del Fondo se mostró optimista sobre la evolución en los próximos años. "Va a descender gradualmente hasta un poco por debajo de 60% para 2023", aseguró.
El optimismo se da porque evalúa que "con la implementación del nuevo marco monetario y la consolidación fiscal adicional, un repunte en la confianza del mercado, que incluye una reversión de la depreciación del tipo de cambio real y un retorno del crecimiento, lo que hace que la deuda caiga a alrededor del 59% para 2023", decían cinco meses atrás.
Este viernes el FMI va a actualizar las previsiones para el país, una vez que el Directorio Ejecutivo del organismo evalúe la tercera revisión para el país. Además, definirá aprobar (está todo dado para que así suceda) el cuarto desembolso por u$s 10.870 millones, que llegará a la Argentina alrededor del próximo martes 9 de abril.
Acerca de la composición, el stock de deuda pública nominada en moneda extranjera sigue siendo elevada: es de un 75,5%, mientras que las obligaciones en pesos es de 23,6%. Esta diferencia marca que ante una suba del dólar el impacto en el peso de pagar es más fuerte.
Cuando el corte que se hace es si la deuda es con acreedores en el país o en el extranjero, el Estado Nacional tiene obligaciones con no residentes por un equivalente a un 41,8% del PBI. También en esta evaluación, el stock de deuda externa del Gobierno saltó fuerte en el último año, desde el 23,1% del producto, porcentaje en el que había cerrado 2017.
Desde el FMI habían advertido a fines de octubre sobre "riesgos significativos a la baja en este escenario de referencia", entre los que incluyen que si el rebote a la confianza del mercado previsto en el programa no se materializa completamente; la parte estructuralmente alta de la deuda denominada en moneda extranjera y los pasivos contingentes potenciales del sector público más amplio. En ese sentido, sentencian que "la evaluación del personal es que la deuda sigue siendo sostenible, pero no con una alta probabilidad".