¿Cómo está la economía de Macri?
-Estamos en una situación muy intermedia. Keynes decía que no hay nada peor que un mal aguantable y agregaba: "Si las moscas fueran tan peligrosas como los leones, hace siglos que hubieran desaparecido". Cuando mirás la historia económica argentina, lo mismo que cuando pensás en tu familia o empresa, te das cuenta que adoptaste decisiones difíciles y arriesgadas cuando dijiste: "Si no lo hago, vuelo por el aire". Ricardo alfonsin cuando lanza el Austral, Menem, con la convertibilidad... Hoy no estamos en eso. Le preguntan a la gente si le preocupa la inflación, obviamente que le preocupa, ¿qué va a decir la gente? Ahora, le preguntás, "¿usted que está dispuesto a ceder en el nombre de un plan antiinflacionario en serio?", y la respuesta es nada. Hay indicadores que están mostrando mejoras, como el nivel de actividad, el empleo, la pobreza, etc.; hay indicadores que no están mostrando mejoras, como la tasa de inflación; y hay indicadores que hay que tomarlos muy en serio, que es todo el tema de déficit comercial, déficit de cuenta corriente y el endeudamiento.
¿Cuán serio es el riesgo de volver a caer en una crisis de deuda? ¿Qué tan lejos o cerca estamos de ese límite en que uno dice, "esto se nos va de las manos"?
-Los argentinos tenemos una historia penosa muy adentro, entonces tenemos que ser mucho más prudentes que otros países. Los argentinos tenemos gran propensión a gastar lo que tenemos, lo que no tenemos, etc. No es nada personal, pero los mercados financieros, los tipos que están en la compra venta de títulos públicos, en el camino de ida te felicitan y un día bajan la cortina, de la noche a la mañana. Crisis de deuda hemos tenido varias. Yo digo: equivocado no estoy, ojalá esté exagerando y no tengamos una crisis de deuda, pero por las dudas... Muchos me dicen que estoy criticando al Presidente. El Presidente por supuesto que tiene la máxima autoridad ejecutiva, pero esto se lo estoy diciendo como profesional y se lo está diciendo prácticamente toda la profesión. A los argentinos nos gusta vivir al borde del abismo y para afuera. Entonces, ¿a cuánto estamos...? No sabemos, pero no estamos discutiendo historia económica. Cuando vos trabajás en economía aplicada las balas son de verdad. La diferencia entre buenos diagnósticos y malos diagnósticos son puestos de trabajo, quiebras, salarios... no está para andar jodiendo.
"Yo a los pronunciamientos de los funcionarios no les doy bolilla", sentenció Juan Carlos De Pablo.
El Gobierno se dispone a abrir retiros en el Estado. ¿Cree que hay ahora sí voluntad en el Gobierno de bajar el gasto público?
-5000; el anterior gobierno nombró dos millones de personas y ahora 5000... es un chiste. Ponele que el Ejecutivo llega a la conclusión de que la sociedad no está preparada para otra cosa más que para esto. Está bien, lo acepto, lo que digo es: después banquémonos las consecuencias. Ahora, ¿estás seguro que no se puede bajar el gasto público? Mi ejemplo preferido siempre es el mismo. En la Argentina tenés nueve millones de personas, más o menos, que tienen un carnet que dice jubilado y pensionado. De esos nueve, entre cinco y un poquito más, algo pusimos y algo estamos sacando. Y hay tres que no pusieron nada y están sacando, que se los regaló el anterior gobierno. Algunos de ellos no necesitaban la plata, yo conozco algunos casos. La pregunta elemental es: ¿vos no podés llamar a esos tipos a los que les regalaste esa jubilación para decirle realmente usted la precisa? Parece que no se puede. El anterior gobierno nombró dos millones de empleados públicos. Estaba viendo un informe y el salario promedio del empleado público está por encima del promedio del privado formal, y los dos por encima del informal. Que yo sepa, no ha mejorado la calidad de los servicios públicos. Quiere decir que hay dos millones de becas. ¿Y no se puede tocar a nadie?
¿Hizo bien el Gobierno en fijarse metas de inflación? Es uno de los indicadores que como usted dice, no muestra demasiadas mejoras...
-El enfoque de metas supone que vos tenés un modelo macroeconométrico bien estimado por el cual tenés una idea de demanda de dinero, etc., y en base a eso vas a hacer una conexión entre emisión monetaria y tasa de inflación. No existe nada parecido en la Argentina. En el Gobierno dicen que fijando y enunciando las metas generan credibilidad. Yo creo que generan incredibilidad, porque la gente dice, "esto es ridículo". El 8/12% fijado para el 2017 era una ridiculez, y el 15% para este año es otra ridiculez. Tanto, que no conozco ninguna transacción que se haga así, y el caso salarial es un engaña pichanga porque se sacan la foto diciendo que es 15% y después cuando viene la letra chica no es 15%.
"Que yo sepa, no ha mejorado la calidad de los servicios públicos. Quiere decir que hay dos millones de becas", advirtió el economista durante una extensa entrevista con El Cronista.
Ahora, el Gobierno ni bien asume empieza a acomodar las tarifas, que tenían 10 años de atraso. Y la forma en que lo hace, nada gradual, contradice el enunciado de que se trabaja fuerte para bajar la inflación. ¿Cómo se entiende?
-Si este gobierno hubiera tenido dos dedos de frente, hubiera hecho un gráfico y habría mostrado que desde que se abandonó la convertibilidad, los precios se multiplicaron por 10 y las tarifas por nada. Nosotros vimos que después de todos esos tarifazos que vos decís, yo me cruzo la ciudad de Buenos Aires pagando 9 pesos en colectivo y en el bar de abajo el cortado vale 50 pesos, quiere decir que algo no anda. El 400% de nada es un cachito. ¿Vos creés que las tarifas de transporte en la ciudad de Buenos Aires son caras ahora? Los cordobeses están pagando más del doble que los porteños. ¿Tanto ganan los cordobeses que ellos pueden pagar 16 pesos y nosotros no podemos pagar 9? Es una defensa de intereses. Los expertos dicen "la recuperación de tarifas todavía no terminó". Entonces, cuando el Gobierno dice que ésta es la última, yo no sé de qué está hablando.
¿Y hace bien ahora el Banco Central en salir a frenar el dólar para contener la inflación?
-No terminás de entender cuál es la política antiinflacionaria, probablemente no la tengan. La Argentina tiene inflación autóctona, separada de la mundial, desde fines de la II Guerra. Tiene programas antiinflacionarios desde 1952 en adelante, debe tener 10 más o menos. Todos los programas antiinflacionarios tienen tres características: son de shock, el primer día funcionan, ninguno es eterno. El Austral duró algunos meses, la Convertibilidad, 10 años, etc. Hasta ahora no tengo ninguna evidencia de cómo funciona un programa antiinflacionario gradual. Pero además de eso, miro los datos y yo no veo ninguna reducción de la tasa de inflación. No se ve dónde está la reducción de la tasa de inflación, excepto que todavía me estés comparando con ese pico que tuviste, eso fue un shock, cuando saliste del cepo. La inflación está ahí, no digo estancada ni trabada ni nada, porque la economía no es así, pero todos los números te dan 24, 25, 27% etc.
"Yo me cruzo la ciudad de Buenos Aires pagando 9 pesos en colectivo y en el bar de abajo el cortado vale 50 pesos, quiere decir que algo no anda", subrayó
El Gobierno asegura que está bajando...
-Cuando un funcionario dice: "La tasa de inflación está bajando, sabe qué, en la tercer semana tuvimos la verdurita, en la cuarta, las peinetas...", no tenés nada. Si vos decís, tengo que solucionar un problema elemental de tarifas, después vamos a hablar de la inflación, yo entendería eso. Si volvés a la historia del Austral o de la Convertibilidad, en cualquiera de esos dos, en las semanas previas se tomaron lo que se llamaron las medidas previas, que como no sabías que venía un programa vos dijiste, "estos tipos se volvieron locos". No se volvieron locos, dijeron si vamos a hacer algo con la tasa de inflación, tenemos que arreglar los precios relativos, si no, no podemos. Alguien podría decir, "nos vamos a tomar tal número de años para recomponer los precios relativos y mientras tanto con la inflación veremos qué hacemos". Que es lo que está pasando.Yo a los pronunciamientos de los funcionarios no les doy bolilla. Yo me concentro en las decisiones.