Ala incertidumbre que los productores sienten sobre las políticas que regirán desde el 10 de diciembre, y que se vuelven temor en caso de que Alberto Fernández resulte electo, se suma ahora el componente climático a los motivos de preocupación del campo.
Es que en el inicio de la campaña gruesa, que coincide con la primavera, los modelos agroclimáticos no son los ideales al menos para los próximos dos meses.
En eso coinciden analistas y los departamentos especializados de las principales bolsas donde se comercian los granos locales.
Falta de agua, sol casi pleno, grandes amplitudes térmicas y mucho viento configuran un combo casi ideal para el disfrute pero complicado para la producción agrícola, tanto para el crecimiento del trigo ya sembrado como para las labores de cubrir con maíz, girasol y soja las he tareas productivas.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) alertó que las lluvias son más que escasas y se empieza a evidenciar dificultades para la agricultura.
Si bien en la zona núcleo se logró sembrar 45% del maíz temprano gracias a las lluvias de la semana pasada, tal vez se trate de la última tanda de precipitaciones para todo este mes.
Y resalta que las bajas temperaturas previstas para los próximos días hace más complejo el panorama.
En la lectura coincide la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. En sus perspectivas agroclimáticas semanales, la entidad porteña revela que no se esperan lluvias importantes por lo menos hasta los primeros días de octubre.
Sobre los cultivos, en su panorama semanal, indica que por el clima la siembra de girasol cubre 33% y está atrasada en caso 6 puntos porcentuales respecto del año anterior.
En tanto, remarca que la siembra de maíz comercial cubrió ya el 5,5% de las 6,2 millones de hectáreas proyectadas y que se esperan "nuevas precipitaciones en el centro del área agrícola que mejoren las reservas hídricas en los lotes del cereal".
En cuanto al trigo sostiene que casi 18% del total nacional se encuentra con una condición hídrica por debajo de regular. Eso redunda en que 15% de la superficie presenta una condición de cultivo entre regular y mala.
Sobre todo en el sur del área agrícola nacional que transitan una temporada marcada por frecuentes heladas, bajas temperaturas y escasez de lluvias, o que puede impactar significativamente en la generación del rendimiento.
Menos agua que un año atrás
“Hay pronósticos en contra de lluvias para los próximos 15 días", comenta José Luis Aiello, especialista en Ciencias Atmosféricas.
Así la BCR puntualiza que las proyecciones indican precipitaciones escasas o
nulas para las próximas dos semanas, por los que septiembre cerraría con menos de la mitad de las medias anuales (entre 60 y 40 milímetros de este a oeste en la región núcleo según los registros del último ciclo.
Ante el escenario, desde S4, Agtech local desarrolladora de tecnología para disminuir el riesgo climático en el agro, recomendaron "realizar adecuados análisis de suelos y estimar el agua en el perfil de manera periódica para hacer las previsiones de reservas de agua en el suelo y tomar mejores decisiones".