Si bien muchos argentinos se confían en que el dólar tarjeta tiene un valor de $ 82, lo cierto es que es difícil saber a ciencia cierta cuánto terminará pagando uno cuando le llegue ‘el muerto’, como denominan en la jerga al resumen de la tarjeta de crédito.
Además, si la tarjeta vence dentro de 20 días, y el dólar salta de $ 63 a $ 66, también habrá un incremento en el precio, por lo cual es incierto lo que uno terminará pagando.
En Estados Unidos es donde se obtiene el mejor tipo de cambio, ya que la moneda es el dólar, entonces el banco cobra una sola comisión, al pasar de dólar a peso.
En cambio, en Uruguay, Brasil, Chile o Europa, por ejemplo, al haber otra moneda, primero el banco de allá debe pasar de uruguayos a dólar por ejemplo, y luego el banco de acá de dólar a pesos.
En muchos países el tiutlar de la tarjeta debe pagar una doble comisión por el tipo de cambio, que es incierto.
Por lo tanto, el tarjetahabiente debe pagar una doble comisión por el tipo de cambio, que es incierto, ya que es imposible saber si el banco con el que se maneja, por ejemplo, el restaurante donde uno hizo un consumo en Punta del Este tiene un spread (diferencia entre la punta compradora y vendedora) ancho o finito, por lo cual está latente el riesgo de tener un precio abierto. En la jerga financiera hablan de un sobrecosto por el ‘doble spread’.
“Para no tener sorpresas posteriores una vez que llegue el resumen de la tarjeta, lo más seguro es viajar con la moneda del país de destino, porque además depende de cómo fluctúe el dólar desde que se hizo el consumo hasta el cierre del resumen de la tarjeta, tanto en el país de destino como en la Argentina”, aconseja el gerente de Productos Cambiarios de un banco nacional.
Por otro lado, comenta que, pese al nuevo impuesto del 30%, la gente sigue comprando sus u$s 200 por mes, ya que $ 82 es el nuevo precio instalado. Luego le sigue en el ranking de monedas el real, y a continuación el euro, ya que aquellos que se irán a Europa en las vacaciones de invierno están comprando de a 180 euros todos los meses.
Después viene la compra de moneda uruguaya, ya que hay un segmento de público que se sigue yendo a Punta del Este y no quiere usar la tarjeta. En cambio, la moneda chilena quedó más rezagada, tanto por los problemas sociales allá y porque desapareció la diferencia que había antes con el tipo de cambio para hacer shopping en Santiago.
Primero el banco del país de destino debe pasar de la moneda local a dólar, y luego el banco de acá de dólar a pesos.
En cuanto a la venta de reales, es recomendable para quienes van a lugares no tan turísticos en Brasil, que es más difícil conseguir cambio que en San Pablo o en Río de Janeiro.
Si bien hay un mercado blue también para esas monedas, hay cierto temor en la gente que no los conoce tanto como al dólar, entonces temen que les den un billete trucho o que ya no sea de curso legal, entonces optan por ir al banco.
“El turista no vende el real en el banco cuando viene acá sino, que lo hace en el hotel, mediante el conserje, a un tipo de cambio oscuro, que son los billetes que luego terminan abasteciendo la oferta de billetes en el mercado paralelo, gracias al dólar conserje", comenta un broker.
En Estados Unidos es donde se obtiene el mejor tipo de cambio, ya que se evita la doble comisión.
De todos modos, en los bancos admiten que el volumen de operaciones cambiarias bajaron de 10 a 1 con el impuesto del 30%, pero tienen la esperanza que dentro de seis meses o un año el BCRA pueda ir flexibilizando este cepo tan cerrado, ya que sostienen que no se puede mantener inalterable en el tiempo, y debiera haber un relajamiento del cepo más lógico, como en las épocas de Cristina, que la AFIP autorizaba para viajes y que quien más tributaba más podía comprar.