La Argentina recibirá por parte del FMI un desembolso de u$s 4300 millones, como parte de un aporte que el organismo realizará a sus países miembros, que sumará un total de u$s 650.000 millones.
Este dinero, que tiene como objetivo ayudar en medio del contexto de la pandemia, está previsto que ingrese a la Argentina el 23 de agosto próximo.
"Esta es una decisión histórica: la mayor asignación de DEG (derechos especiales de giro, la "moneda" del organismo) en la historia del FMI y una inyección de ánimo para la economía mundial en medio de una crisis sin precedentes", dijo en un comunicado la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva luego de anunciar el desembolso.
Por otra parte, sostuvo que "la asignación de DEG beneficiará a todos los países miembros, abordará la necesidad de reservas a escala mundial y a largo plazo, generará confianza y promoverá la resiliencia y estabilidad de la economía mundial".
Además, precisó que eta colaboración tendrá especial importancia en "los países miembros más vulnerables que están luchando contra los estragos de la crisis provocada por la Covid-19.
De acuerdo con la explicación que dio el Fondo Moneterio Internacional (FMI), los DEG "serán acreditados a los países miembros del FMI en proporción con sus actuales cuotas en la institución, por lo que la Argentina recibirá un del 0,7% del fondo destinado, es decir cerca de u$s 4300 millones".
El organismo internacional también detalló que "del monto general a repartir, unos u$s 275.000 millones (lo que implica alrededor de 193.000 millones de DEG) de la nueva asignación se destinará a países de mercados emergentes y en desarrollo, incluidos países de bajo ingreso, aseguró el FMI".
"Seguiremos trabajando activamente con los países a fin de identificar opciones viables que permitan canalizar voluntariamente DEG de los países miembros más ricos a los más pobres y vulnerables, para apoyar su recuperación de la pandemia y para que logren un crecimiento resiliente y sostenible", apuntó el FMI.
Una de las principales opciones que se encuentran sobre la mesa es que los países miembros que tienen posiciones externas sólidas distribuyan voluntariamente una parte de sus DEG para ampliar los préstamos a los países de bajo ingreso que pueden acceder a través del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (FFCLP) del FMI.
"El FMI también está estudiando otras opciones para ayudar a los países miembros más pobres y vulnerables en sus esfuerzos de recuperación. Podría considerarse un nuevo Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad para facilitar un crecimiento más resiliente y sostenible a mediano plazo", dijo el Fondo Monetario.