En julio, las automotrices radicadas en el país fabricaron 21.646 vehículos, un 9,5% menos que en el mes previo y una caída del 47,8% con relación a igual mes de 2018, informó la Asociación de Fabricantes de Automotores de la República Argentina (Adefa).
De esta forma, los planes oficiales de subsidio a la venta de automóviles, que comenzaron en junio y se prolongaron a los dos meses siguientes, todavía, no reflejan un impacto en el nivel de producción, que, al cabo de siete meses, cayó 35,6% interanual, a 182.828 unidades.
"La mejora en volúmenes no se registra aún en el pilar de producción, principalmente, por el efecto de la estacionalidad y las paradas de plantas programadas por vacaciones y mantenimiento de varias empresas", alegó Luis Fernando Peláez Gamboa, presidente de Renault Argentina y actual titular de Adefa.
El ejecutivo resaltó las mejoras mensuales registrada en variables como exportación y ventas mayoristas (es decir, de fábricas a concesionarios). "Estas últimas, motorizadas por la puesta en marcha del plan de bonificaciones para los clientes y una mejora destacada en lo que respecta a la venta de vehículos nacionales, en un 19,6%", subrayó.
El "Plan 0 km" subsidia $ 50.000 en la venta de autos con precio de $ 750.000 y $ 90.000, en el caso de aquellos con valor supieror a ese monto de referencia. Nació por iniciativa de las terminales y los concesionarios, que, a raíz del desplome de ventas que significó para el sector la crisis detonada a mediados del año pasado, iniciaron 2019 con un stock de coches sin vender de 260.000 unidades, equivalentes a más de medio año para un mercado anual hoy proyectado en 500.000.
En junio, primer mes en el que rigió el plan, los patentamientos -que promediaban caídas anuales superiores al 50%- retrocedieron 2,2% contra mayo y amortiguaron el desplome interanual, a sólo 44%, según estadísticas de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara). En julio, crecieron 36,8% contra julio y recortaron la baja interanual al 26,4 por ciento.
El mes pasado, informó Adefa, las automotrices le facturaron a sus redes un total de 39.255 autos, 7,5% más que en junio y 15,8% menos que en julio del año anterior.
En consecuencia, desde enero, la industria acumuló 226.322 ventas mayoristas, 51,7% menos que en siete meses del año pasado.
Uno de los motivos por el cual los resultados del plan oficial de subsidios aún no impactan de lleno en la producción es que, en la Argentina, más de la mitad de los autos que se comercializan es fabricado en el exterior, principalmente, Brasil.
La otra razón es que, de cada 10 autos fabricados en el mercado local, más de la mitad es para mercados externos. De hecho, precisó Adefa, las exportaciones de julio representaron el 92% de la producción del mes y el 69,8% del acumulado desde inicios de año.
En números, los 19.913 depachos al exterior marcaron una mejora de 14,4% contra los envíos de junio aunque significaron una caída del 21,5% contra los volúmenes de julio de 2018. Así, las 146.933 exportaciones registradas en siete meses equivalieron a un retroceso de 13,2% en relación al mismo periodo del año anterior.
Brasil es el principal comprador, con un total del 65,9% del acumulado.
Ese mercado está en recuperación. En julio, las ventas subieron 13,94% interanual, a 349.450 unidades, según la Federación Nacional de Distribuidores de Vehículos Automotores (Fenabrave), la cámara de los concesionarios brasileños. En siete meses, se comercializaron casi 2,27 millones de autos nuevos, un incremento del 13,52%, reportó la entidad.
Ese incremento está motorizado, principalmente, por autos compactos y utilitarios deportivos, dos tipos de vehículos que la Argentina no produce. Esto fue a expensas de otros segmentos, en especial, el de autos medianos. Caída de demanda que impactó en productos como Ford Focus (que se discontinuó) y otros que habían sido resultado del último ciclo de inversión, como el Chevrolet Cruze (General Motors), los Peugeot 308 y 408, y Citroën C4 Lounge (Grupo PSA), y Fiat Cronos (FCA).
La industria local, además, discontinuó otros modelos, como el Volkswagen Suran y la Mercedes-Benz Vito, y ajustó, con suspensiones, la actividad de las demás líneas de producción por la caída de la demanda doméstica. Tales, los casos de Renault y Honda.