Con esta modificación el mínimo salarial exento de aportes pasa de $ 12.000 a 17.509, 20 a partir del 1° de enero de 2019. El mínimo no imponible es parte de la Reforma Tributaria aprobada a fines de 2017 y estableció un cronograma de incrementos del mínimo no imponible con actualización anual. La suba se realiza a partir del Índice de Precios al Consumidor (IPC), relevado por el Indec entre octubre de 2017 y octubre de 2018, que acumuló en ese período 45,9%.
Con la medida el Gobierno intenta dar respuesta a una fuerte demanda del sector empresarial, en el sentido de reducir los costos laborales no salariales, esto es, lo que denominan impuestos al trabajo.
El tema de la baja de las contribuciones patronales adquirió relevancia en las últimas semanas, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas. Es que en el marco de la mesa de competitividad de las industrias textil, indumentaria, calzado y marroquinería, el Ministerio de Producción había aceptado en noviembre adelantar el cronograma de subas del mínimo no imponible, para beneficiar a un sector mano de obra intensivo, con problemas de actividad.
Frente a eso, otras industrias y organizaciones que nuclean a empresas pyme solicitaron recibir el mismo beneficio. Hasta el momento el Gobierno se mantuvo firme en el crongrama de suba del límite fijado oportunamente.
Así, para las empresas de los sectores textil, indumentaria, calzado y marroquinería el monto mínimo desde el que se deben realizar contribuciones patronales es $ 17.509,20, mientras que para las actividades regidas por la baja gradual fijada en el artículo 173 inc. c) de la Ley N° 27.430 (Reforma Tributaria), el mínimo no imponible pasa a ser de $ 7003,68 a partir del 1° de enero de 2019.
"Estamos bajando costos laborales para que las pymes sean cada vez más competitivas", señaló el ministro de Producción y Trabajo, tras conocerse la medida. En las últimas semanas el titular de la cartera productiva insistió en que la economía habría tocado un piso en noviembre y que a partir de ahora empieza la recuperación, algo que esta baja de aportes patronales podría impulsar.
Hay que aclarar, sin embargo, que la actualización viene a compensar, en parte, los ajustes de salarios que se dieron en el año, en el marco de las negociaciones paritarias. Pero también es cierto que en un año en que la actividad económica se contrajo en casi todos los sectores, la suba del mínimo no imponible es una forma de sacar un peso de encima a las empresas. A lo largo del año, la fuerte presión impositiva fue, junto a la caída de la actividad y las elevadas tasas de interés, el eje de las quejas de los industriales.