Dicen en la City que el mercado de cambios es una suerte de caja de resonancia respecto de lo que ocurre con el resto de la economía: hoy, con la actividad que se enfría por la caída de la demanda y las tasas altas para pedir un crédito, las personas físicas tuvieron que salir a vender su canuto en dólares para poder hacer frente al pago de gastos corrientes que suben por el ascensor mientras los salarios van por la escalera. En octubre fue récord la venta de billetes en el sector formal: u$s 1958 millones, y podría superar los u$s 2000 millones en noviembre, lo que se sabrá una vez que en Central emita su nuevo informe monetario.
Las empresas también se desprenden de su "canuto", ya que con lo que facturan a más deuna no le alcanza para poder pagar sueldos y cumplir con los proveedores, aunque les pateen los pagos a más no poder, a tal punto de pedir que manden copia fiel de la factura "porque no la encuentran" para ganar días en la calle. Con tasas del 100% para descontar un cheque o pedir un adelanto de cuenta corriente, que son los dos canales más usuales que tienen las compañías para financiarse, no les queda otra opción que salir a "reventar" sus dólares.
"Siempre fue un dólar comprado por cada dos vendidos, pero en noviembre y en lo que va de diciembre se dio vuelta la ecuación, y pasó a ser 1 dólar comprado y 0,7 vendido. Venden en igual medida empresas que personas. En diciembre se acentuó más incluso, es algo que no veo desde hace 10 años. Se nota la sequía y el efecto de altas tasas que perdura". Quien habla es gerente de Productos Cambiarios de una de las grandes entidades del sistema.
El directivo de uno de los bancos líderes coincide con este escenario y estima que, a nivel sistema, los minoristas vendieron más de u$s 200 millones en noviembre, y este mes viene parecido. El banquero de otra de las entidades que están en el top del ranking tiene registros similares, y agrega que el mes pasado hubo "más ventas que compras de clientes de moneda extranjera, muy atomizado en individuos, mientras en diciembre seguramente habrá más ventas de empresas para poder hacer frente al pago de los aguinaldos".
En la Cámara Argentina de Casas y Agencias de Cambio tienen la misma sensación: "Se dio una tendencia muy fuerte en la compra de billetes, a tal punto que en muchos casos se interrumpió la operatoria entre entidades para la adquisición de dólares, ya que se autoabastecieron con todo lo que han ido comprando en noviembre".
Habrá que esperar unos días a que salga el informe estadístico del Banco Central donde de cuentas de las cifras exactas, pero en las mesas ya se palpita cuál será el veredicto.
Por lo pronto, según los últimos datos del BCRA, en octubre las personas humanas, que básicamente demandan moneda extranjera para atesoramiento y viajes al exterior, compraron de forma neta u$s 900 millones, mínimo nivel desde la flexibilización de la normativa cambiaria en diciembre de 2015 y menos de la mitad del nivel de octubre de 2017.
Los inversores institucionales y otros, tanto residentes como no residentes, tuvieron una demanda neta por u$s 600 millones, que representó un tercio de la salida neta promedio mensual que tuvieron desde el inicio de la inestabilidad cambiaria del último abril.
El blue también está paralizado: "La plaza está seca, no hay facturación, encima este mes las empresas tuvieron que pagar un extra de $ 2500 por el bono de fin de año. Venden su canuto porque no hay negocios, no hay actividad, lo único que hay es un parate total", dice un cuevero, con cierta resignación en su tono de voz.
"Encima, venden puchitos porque porque ahora pagamos menos que los bancos, entonces es sólo lo mínimo indispensable. A esto sumale que hay pocos pesos para comprar dólares, por lo que está hecho percha el negocio blue. El que puede vender en blanco, vende todo en blanco, y el que no puede vender en blanco, muere con nosotros y vende lo minimo indispensable", sintetiza.
Otro broker confirma el escaso movimiento que está teniendo el circuito dark: "No hay pesos desde hace meses. La economia en negro está muerta. Muchos importadores que traían desde la frontera stockearon mercadería hace meses y eso contrajo para esta época del año la demanda de dólares", confiesa, al tiempo que pasa a explicarlo en pocas palabras: "Estas situaciones son clásicas de momentos de tasas altas y turismo colapsado".