Tras años récord, las agencias de viaje viven tiempos difíciles.
La fuerte devaluación del peso, que sólo desde el 1º de mayo acumula una pérdida de 40%, y la incertidumbre por la alta volatilidad provocaron una caída en la demanda de viajes al exterior.
En el primer trimestre, las agencias registraban un alza de 20% con respecto al mismo período de 2017. En abril, ese crecimiento se desaceleró y ya en mayo, con la corrida del dólar, las ventas comenzaron a retroceder. Así, pasaron de un 20% más a una baja de 5%, que no fue mayor gracias al Hot Sale. Temen que la caída se agrave en el segundo semestre, pero la volatilidad del dólar y la incertidumbre complican, también, la posibilidad de hacer proyecciones, en un año que a priori, en diciembre, esperaban crecer fuerte. Por lo pronto, aseguran que en el primer semestre cerrarán con una leve suba, igual que en 2017 o con una leve baja, gracias al crecimiento del primer trimestre, que compensa la caída de los últimos dos meses.
En este contexto, la suba de tasas también complica la financiación de los viajes, pilar de la expansión del sector en los últimos años; hay una menor oferta de pagos en cuotas y, en su mayoría, incluyen intereses.
El costo de viajar fuera del país creció al ritmo del dólar, ya que el valor de hoteles y pasajes cotizan en esa moneda. Es decir, en un mes y medio cuesta un 40% vacaciones fuera del país. Desde enero, la cotización del dólar acumula un alza de 53%.
"La industria venía de récord histórico en venta de pasajes; en abril hubo una señal de desaceleración y en mayo, con la devaluación, se sintió la primer caída interanual en mucho tiempo, de 3% a 5% en unidades; en junio se estima mayor. Pero la facturación en pesos se mantiene, porque los servicios se cotizan en dólares", explicó Francisco Vigo, director Comercial de Bibam (Biblos y Avantrip) y fundador de Avantrip.
"Venimos bien hasta marzo, en abril se desaceleró. En mayo y junio hubo un retroceso por el tipo de cambio. El dólar pasó de $ 20 a casi $ 29, eso generó en la demanda dos efectos: los que se apuran porque creen que el dólar seguirá aumentando y cierran la compra, para fijar precio. Y los que no pueden ya viajar a ese tipo de cambio y esperan que se calme todo para ver si más adelante pueden", explicó Pablo Aperio, gerente general de TTS Viajes.
En tanto, Martín Romano, gerente general de Atrápalo, estima una caída mayor en la industria desde mayo. "Se frenó un montón por el fuerte alza del dólar. Entre mayo y junio, estimo una baja de 30% en unidades. En facturación es menor, porque al cotizar en dólares ingresan más pesos, se compensa un poco la caída por un mayor precio medio. Y como nuestros costos son en pesos por ahora no impacta tan duro en nuestra rentabilidad", aseguró Romano.
Vigo, de Avantrip, comentó además que notaron un alza del canje de puntos por viajar, a través del programa que ofrecen con el Banco Galicia. "Se ve que a la gente se le hace más difícil acceder al dinero y entonces prefieren canjear puntos para poder viajar", dijo.
La caída se registra en los viajes de placer, ya que los corporativo se mantienen. "Salvo que el sector esté con problemas, las empresas que tienen que viajar lo siguen haciendo; quizás miden la cantidad de personas que viajan, pero no cancelan, ya que deben seguir haciendo negocios", aclaró Aperio.
La volatilidad del dólar también complica la operatoria de las agencias, sobre todo al contratar hoteles y otros servicios, ya que si su cliente paga con tarjeta de crédito, el dinero les ingresa cerca de una semana después, pero al tipo de cambio actual. Se apresuran, por eso, a cancelar lo contratado, para no perder dinero ante más escaladas del dólar. Así, hacen equilibrio para evitar daños financieros, porque deben respaldar las contrataciones con dinero propio hasta cobrar.
Los viajes de cabotaje, que crecían fuerte en el primer trimestre, tampoco están a salvo. A pesar de que los aéreos aún no ajustaron precios por el dólar, la demanda se retrajo como en otros rubros de la economía, ya que ante un clima de incertidumbre la gente prefiere guardar el dinero y no gastar, explicaron desde las agencias.