Garbarino llegó a un acuerdo con sus bancos acreedores para reestructurar una deuda que escala a los $ 4000 millones. "El convenio es por seis meses, prorrogable por otros tantos", explican participantes de la negociación. Durante ese tiempo, la empresa, que tiene 150 sucursales y emplea a 4000 personas, pagará una tasa de interés del 20% anual, lo que descomprimirá su carga financiera mensual entre $ 150 millones y $ 200 millones. "Le permitirá a la compañía el mejoramiento de su capital de trabajo", indicó la fuente.
Al cabo de ese año, los bancos habrán capitalizado su deuda. Entre tanto, además, se buscará un inversor que inyecte fondos frescos en la empresa.
Golpeada por la caída del consumo, Garbarino, cuya participación en el negocio de venta de electrodomésticos y artículos de electrónica asciende, según números de la empresa, al 22%, inició en marzo la negociación con sus acreedores. El acuerdo, en el que participaron la consultora First Capital Group y el estudio jurídico Alegría, Buey Fernández, Fissore y Montemerlo, se gestionó intensamente entre mayo y julio. "Ayudó a lograrlo que las ventas de la empresa hayan empezado a recuperarse", añadió la fuente.
Del lado de los bancos, encabezaron la negociación el Galicia y el Santander Río. También, participaron el Provincia, el HSBC y el Banco de Córdoba, entre otros. Rechazaron el acuerdo el Patagonia y el Nación. La dureza que mostró el banco público, de hecho, le sorprendió a los negociadores.