El ministro de Economía, Martín Guzmán, encabezó el primer encuentro oficial ante inversores internacionales y representantes de bancos de inversión, desde que decidió enviar al Congreso un proyecto para restaurar la sostenibilidad de la deuda pública externa, y donde insistió con la ‘buena fe‘ del gobierno de Alberto Fernández para resolver el problema.
El evento tuvo lugar en la sede neoyorkina del Council of Américas y se realizó a puertas cerradas, con mucha expectativa por parte de la comunidad internacional sobre los próximos pasos que dará la Argentina y en particular la provincia de Buenos Aires.
“Nos fue muy bien” es lo único que el ministro expresó ante los medios de prensa presentes en el lugar, donde trascendió que Guzmán reafirmó la fecha del 31 de marzo como tope para la negociación de la deuda externa.
Según lo trascendido por fuentes que presenciaron el evento, las palabras "buena fe", "plan integral" y "consistencia" fueron de las más utilizadas por el funcionario argentino durante su exposición, si bien los inversores se quedaron con ganas de conocer detalles de cuál será ese plan integral.
“La situación de Argentina es crítica, el país enfrenta una profunda crisis de deuda”, repitió Guzmán, a tono con lo expresado durante las conferencias de prensa brindadas en el país.
El ministro había sido recibido en la puerta por la titular del organismo, Susan Segal, y luego se juntó con el grupo de invitados para explicarles el rumbo económico y las líneas generales del gobierno de Alberto Fernández sobre la renegociación de la deuda. A esta reunión lo acompañó el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, que ya se radicó en Washington.
"Dijo lo mismo que saben todos. No nos dio ningún dato nuevo", dijo uno de los asistentes al encuentro. Otro sostuvo que "no hubo números, tampoco plazos", en la exposición del ministro de Economía.
El funcionario se reunirá hoy con Luis Cubeddu, el jefe de la misión del Fondo para la Argentina, quien se trasladará a Nueva York. La Argentina tiene un acuerdo por u$s 57.000 millones con el FMI heredado del gobierno anterior, de los cuales el organismo ya desembolsó u$s 44.000 millones.
El presidente Alberto Fernández insistió en que la Argentina "necesita una definición medianamente rápida sobre el problema de la deuda", y puso como plazo llegar al 31 de marzo con el tema resuelto.
Pero los inversores buscan señales claras del Gobierno sobre cómo será la renegociación. Guzmán volverá el martes por la noche y días después viajará al Vaticano, donde el 5 de febrero participará en un seminario.
En paralelo, la provincia de Buenos Aires anunciaba una mejora en su oferta para los tenedores del bono BP21, al decidir adelantar el pago de intereses por u$s 7 millones si consigue la mayoría necesaria para diferir los plazos del título, lo que fue interpretado por muchos en los mercados como un mensaje de "buena fe" de la provincia, y "un acto coordinado con la Nación".
Los inversores "están empezando a creer la historia del gobierno de coordinación entre el soberano y la provincia de Buenos Aires de los planes de deuda”, admitieron especialistas financieros de la región ante la agencia Bloomberg, que esperaban mayores detalles sobre el futuro plan económico.
Los mismos inversores temen por una “jugada fuerte” de Kicillof, de declarar un default, si no consigue la mayoría del 75% necesaria para cambiar las condiciones del bono y diferir pagos de capital hasta mayo.
Guzmán disertó en un día que resultó malo para los papeles argentinos: los bonos de la Argentina caían hasta 10%, los ADR , títulos de firmas locales que cotizan en Wall Street caían 7%, y el dólar contado con liquidación superaba al dólar solidario, alcanzando los $84 pesos.
En el encuentro trascendió que Guzmán pidió “paciencia”, y sobre el plan económico en particular el ministro respondió que “la prioridad del país es salir de la crisis y poner la economía en funcionamiento para después encarar el pago de las obligaciones”.
Se trata de un crédito pautado inicialmente por u$s 57.000 millones, de los cuáles fueron finalmente desembolsados al país unos u$s 44.000 millones, y donde los fuertes vencimientos comienzan el año próximo.
En la víspera, el presidente Alberto Fernández, quien iniciará una gira por Europa para conseguir un aval político en las negociaciones que encarará la Argentina con el FMI, expresó el fin de semana que el país necesita una “definición medianamente rápida” sobre la deuda externa, y ratificó a Guzmán como el único vocero autorizado en la materia.
Al respecto, se conoció a través del Boletín Oficial que Economía creó la Unidad de Relaciones Técnicas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que tendrá como objeto asistir y asesorar a Guzmán en tareas relativas a la formulación y ejecución de la estrategia de las relaciones con el organismo multilateral de crédito.