Luego de su reciente salida de la Argentina, la fabricante estadounidense de juguetes Hasbro asegura que deberá pasar un mínimo de dos años antes de analizar una vuelta directa al país.
"No fue una decisión de corto plazo. Consideramos que las nuevas medidas económicas, ahora, hacen sentido. Pero necesitaríamos, al menos, dos años para volver", dijo Taciana Fazzolari, directora de Asuntos Legales y Gubernamentales de Hasbro para América latina.
La ejecutiva respondió la consulta de El Cronista, días después de que el Presidente, Javier Milei, reposteó una publicación en la red social X (ex Twitter), en la que se mencionaba a la estadounidense como una de las empresas que le habían confirmado al Libertario su llegada al país entre 2024 y 2025.
"A pesar de que sigue siendo un mercado muy relevante para la empresa y nos encantaría volver a invertir, debemos estar al tanto de los cambios que surjan en materia impositiva para las importaciones", agregó Fazzolari.
Creador de éxitos mundiales como Jenga, Twister y Monopoly, y titular de las licencias de Star Wars, Disney, Marvel, My Little Pony, Transformers y Peppa Pig, Hasbro cerró su operación en la Argentina el año pasado, como anticipó El Cronista a inicios de noviembre. El último paso de ese proceso fue la disolución de su sociedad en el país, ejecutada el mes pasado. En adelante, recordó la ejecutiva brasileña, sus productos se seguirán vendiendo en el mercado local, pero a través de importadores no exclusivos. También los clientes tendrán la posibilidad de ingresarlos directamente.
"Los costos eran muy altos. Era nuestro segundo mercado más caro en materia impositiva y eso generaba que no pudiéramos crecer", explicó Fazzolari sobre las razones de la partida. El país, agregó, se había convertido en un "mercado standard": debido al cepo, la empresa, cuyo negocio era netamente importador, no podía ingresar nuevos lanzamientos.
De hecho, recordó que, en 2019, cuando se estrenó la película Frozen 2, de Disney, el merchandising oficial debía llegar al país 15 días antes del estreno. "En la Argentina, eso no sucedió porque no había previsibilidad", apuntó la ejecutiva.
Según fuentes de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), la "competencia desleal" fue otra razón que llevó a Hasbro a retirarse del país.
Desde hace años, explican en el sector, uno de los problemas de la industria del juguete es el ingreso al país de mercadería de contrabando. Esto provoca que los precios de los juegos de imitación sean más baratos que los originales. De hecho, el Monopoly se consigue en las jugueterías con un valor de $ 43.000, mientras que las versiones más económicas rondan los $ 19.000. En muñecos de franquicias como Star Wars, Disney y Marvel, las diferencias también son, de por lo menos, el 100 por ciento.
Fazzolari agregó que, en la Argentina, "hubo proteccionismo sobre los productos nacionales". No obstante, el mercado del juguete local es importado en un 60% y, durante 2023, el ingreso de productos fabricados en el exterior creció más del 50%, de acuerdo con datos de la CAIJ, que representa a 180 fabricantes y 3500 comercios.
Ya en 2023, Hasbro cortó sus importaciones y empezó a trabajar en su nuevo esquema, con resellers. "Al tener intermediarios, la empresa percibe un lucro menor. Por eso, a pesar de que seguimos apostando por la importación no exclusiva de nuestros productos, lanzaremos la posibilidad de que los clientes compren directamente los juguetes en el exterior", develó Fazzolari, en coincidencia con la eliminación de restricciones que impulsó el nuevo Gobierno a las compras online en el exterior.
Hasbro había desembarcado por primera vez en la Argentina con oficinas locales en 1996. Sin embargo, sólo permaneció por un periodo de cinco años. A partir de ese momento y hasta 2014, fue la empresa de capitales locales, Fibro SRL -dueña de la juguetería Cebra-, quien importó y comercializó sus productos. Posteriormente, en 2016, la estadounidense volvió a instalarse directamente en el país.