Con un salón colmado de empresarios, sindicalistas y políticos comenzó el 55° Coloquio de IDEA. Mientras iban llegando al Sheraton de Mar del Plata se iba dando a conocer el dato de inflación de septiembre de 5,9%, uno de los más alto de la gestión Cambiemos.
Sin embargo, a pesar de la relevancia de la cifra, no generó sorpresa entre los hombres y mujeres de las empresas que concentran buena parte de la actividad económica argentina.
“El dato de inflación no hace más que demostrar el fracaso de la política económica del Gobierno”, dijo el candidato a Vicepresidente Juan Manuel Urtubey respecto del número. Frase que se fue repitiendo en todos aquellos que fueron consultados.
“Era un dato desgraciadamente esperado, en alimentos fue mucho mayor que el número promedio final por lo que vuelve a ser un mazazo sobre los sectores de ingresos fijos”, explicó Héctor Daer, secretario general de la CGT. “Cuando el presidente Mauricio Macri dice que la culpa es de los empresarios o de los sindicalistas, de las elecciones PASO para acá los únicos que tuvimos responsabilidad fuimos nosotros y tuvimos ya más de un 11% de inflación”.
“La inflación es una lacra muy pesada para la gente de menores recursos. Después de las PASO no se hizo nada de nada, había una pequeña recuperación, estaba bajando la inflación, se empezaban a ver pequeñas señales. Pero después de las elecciones el país quedó bloqueado, paralizado”, explicó a El Cronista, el titular de FCA Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi.
La idea de la paralización fue la que sobrevoló en la apertura del evento empresario. Casi sin distinciones la sensación reinante es que el país está “paralizado” a la espera de las elecciones presidenciales.
“Mi actividad está totalmente paralizada”, señaló el titular de la UOM, Antonio Caló. “Desde antes de las PASO está paralizado. No hay cola en los supermercados, los negocios están cerrados, esto se puede ver con los números de la UTA. Antes a las 6 de la mañana llenaban los colectivos, ahora están en un 30%, señal de que no hay trabajo”.
“Todos hablan de Vaca Muerta y la realidad es que hay tanta incertidumbre que hoy todo está paralizado. Nadie quiere bajar fondos. Hay riesgos y las empresas lo pueden manejar, lo que no podemos manejar es el nivel de incertidumbre y estamos en stand by desde las PASO”.
El más lapidario fue el gobernador de Santa Fe y próximo diputado provincial, Miguel Lifchitz que frente a la pregunta si entendía que, al igual que los sindicalistas y empresarios, la Argentina se encontraba paralizada fue lapidario: “El país está parado, el gobierno está en piloto automático porque nadie gestiona, es imposible, si Macri se la pasa en actos de campaña”.
Pacto
La idea del Pacto Social para enfrentar un 2020 en donde la Argentina sumaría un noveno año consecutivo sin crecer y encadenaría dos de caída que fue presentada por el candidato Alberto Fernández prendió entre los asistentes del Coloquio en Mar del Plata.
Tanto es así que la gran mayoría lo pone como una de las prioridades para los primeros 100 días del próximo gobierno.
Claudio Belocopit, presidente de la prepaga Swiss Medical, señaló que el sector de la salud “está completamente destrozado y desfinanciado” y que para poder comenzar una recuperación es necesario “hacer un acuerdo social” aunque reconoció que llevarlo adelante “es complejo”.
Ratazzi apoyó la idea del acuerdo, pero dijo que se trata de “un placebo. Hay que hacer un pacto más amplio, como el de la Moncloa”.
Para Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond, lo más importante “es cambiar las expectativas y para eso se necesita un plan claro para bajar la inflación”. Oscar Andreani, titular de la firma homónima, la idea del acuerdo social “es imprescindible”, y también pidió que se lleve adelante “una reforma laboral y fiscal rápidamente”.
En la misma línea, el presidente de Newsan, Luis Galli, aseguró que “un acuerdo social es muy positivo y la única forma de ordenar las variables económicas. Para eso debe haber consenso entre empresarios, sindicalistas y políticos en el que todos pongamos algo”.
Para el ejecutivo, la mirada del nuevo gobierno tiene que estar en bajar la inflación. Recuperar el salario real y reactivar el consumo que hoy está muy golpeado. “Nosotros podríamos tener un compromiso de precios a cambio de estabilidad y previsibilidad”, dijo a este diario.
Todas las reformas, según Figueiras deben hacerse al comienzo de la gestión. Y debe estar acompañado de una “reforma previsional y laboral, pero esta última no debe ser general sino por actividad y sector, para ganar competitividad”, dijo en referencia a un esquema similar al que funciona en Tierra del Fuego.
La idea de un acuerdo de precios por estabilidad que planteó Figueiras está en línea con lo que dijo que Caló y Daer quienes señalaron que el próximo gobierno debe “establecer márgenes muy claros de subas de ingresos, del poder adquisitivo, contener los precios y planificado en un plan económico. Eso es lo que se está buscando”, explicó Daer.