El desembolso del Fondo Monetario Internacional, por u$s 10.835 millones que el organismo habilitó a través de su Directorio el viernes pasado, ingresó hoy a la cuenta del Tesoro en el Banco Central, confirmaron fuentes oficiales. Con esta entrada,las reservas internacionales en la entidad monetaria llegaron a los u$s 77.478 millones, máximo histórico.
Se trata del cuarto desembolso desde el FMI dentro del programa stand-by pactado en junio del año pasado y ampliado luego en agosto, hasta los u$s 57.000 millones. La Argentina había recibido ya u$s 15.000 millones a mediados de 2018, otros u$s 7700 en octubre, y u$s 5500 millones en diciembre.
De esta manera, el país ya recibió casi u$s 40.000 millones de los u$s 57.000 millones del préstamo ampliado, es decir, un 70% del total. Quien asuma en diciembre la presidencia contará con sólo 12% del total del crédito del organismo, hasta fines del programa (pactado para junio de 2021).
El dinero llegará justo cuando tanto el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, como el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, se preparan para empezar su viaje a Washington para participar de la asamblea de primavera del FMI y del Banco Mundial. Allí se reunirán con el número dos del organismo, David Lipton.
Además, el ingreso de estos fondos sucede a días del inicio de las subastas orquestadas por el Banco Central pero por cuenta del Tesoro de u$s 60 millones diarios, de dinero del FMI, que será para apoyo presupuestario, una vez pasado a pesos. En total se venderán u$s 9600 millones hasta noviembre.
La orden del envío del dinero salió desde el FMI el viernes pasado; una vez que el Board se expide sobre un país, tal como sucedió con la Argentina, el desembolso se deposita en la cuenta del receptor dos días hábiles más tarde.
No se trata de envío físico de dinero: a través de transacciones financieras el dinero llega al país en cuestión. Para concretarlo, el Fondo puede solicitar a los 52 miembros acreedores que proporcionen divisas, entre los que está Estados Unidos, principal accionista del organismo, y también la propia Argentina.
Por instrucciones del FMI, los miembros acreedores transfieren fondos de sus respectivas cuentas del organismo a las cuentas de liquidación designadas por el Banco Central argentino como agente fiscal del FMI.