Aunque era esperada, la noticia resultó más preocupante que en las estimaciones. El nuevo Índice de Producción Industrial (IPI) manufacturero que presentó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para reemplazar al Estimador Mensual Industrial (EMI) debutó con un dato de espanto. La producción industrial registró en diciembre un desplome del 14,7% en comparación con el mismo mes del año anterior y acumuló en 2018 una contracción de 5%, su peor caída en la era Macri.
Si bien en los últimos meses desde el Ministerio de Producción y Trabajo venían insistiendo en que noviembre se verían los números más bajos de la industria y en diciembre habría una desaceleración de la caída, lo cierto es que los datos del último mes de 2018 indican un nuevo descenso.
Un informe de Ecolatina lo explicó de este modo. "Las turbulencias cambiarias y la sequía que tuvo lugar durante el primer semestre del año habían comenzado a afectar negativamente a la industria a tal punto que el acumulado ya se había vuelto negativo en agosto de 2018". Pero todo se complicó a partir de la devaluación. "El abrupto salto cambiario al cierre de ese mes, junto a la aceleración de la inflación, el deterioro del salario real y la consecuente incertidumbre económica sepultaron cualquier intento de recuperación en los últimos cuatro meses del año", precisó Ecolatina.
Juan Paolicchi, analista de EcoGo, sostiene que "hubo tres cosas que afectaron este año, una caída del salario real tras el salto cambiario, una contracción del crédito y un freno a la obra pública, por lo que la lectura es negativa pero esperable".
Para los analistas aún no es posible anticipar un cambio de tendencia, que podría darse más bien en el segundo trimestre del año, cuando empiece la comercialización de la cosecha gruesa, a lo que se sumará una eventual mejora del consumo por recomposición de ingresos, tras el cierre de las primeras paritarias.
Los dieciséis sectores relevados en el IPI manufacturero tuvieron caída en diciembre, con algunos sectores mostrando variaciones negativas muy importantes en términos interanuales, como Productos textiles (36,3%); Muebles y colchones (31,1%): Maquinaria y equipos (29,4%) - aquí sobresale el desplome de 48,3% en maquinaria agrícola-, y Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes (25,1%), que recoge la baja del 31% en automóviles.
La producción de minerales no metálicos (cemento, arcilla, cerámicos) es fiel reflejo del desempeño de la actividad de la construcción (ver pág 3) y registró una contracción del 15,5% en diciembre. Por su parte, Industrias metálicas básicas (acero, aluminio), tuvo una caída de 21,3% en el último mes del año respecto del mismo período de 2017, empujado por caídas en torno al 30% en términos interanuales en la producción siderúrgica, especialmente en productos planos (35,3%) y no planos (27,8%).
Aún con números negativos, apenas unos pocos sectores se salvaron de la debacle. Alimentos y bebidas, con una contracción de 2,8%, Refinación de petróleo, coque y combustible nuclear (7,5%), y Prendas de vestir, cuero y calzado (10,8%), son algunos ejemplos.
En el acumulado del año la caída del conjunto de los sectores alcanzó el 5%, superando por cuatro décimas porcentuales el 4,6% de baja registrado en 2016. "El análisis de los números es siniestro, de los 16 sectores sólo tres presentan variaciones positivas respecto del 2017 y son variaciones muy cercanas a cero, con 0,2% en cemento, 2,9% automóviles y cerca de 3% metales básicos", señaló Ariel Schale, director Ejecutivo de la Fundación Pro Tejer y ex subsecretario de Industria, Comercio y Minería.
Consultado sobre si a partir de ahora llega la recuperación, Schale destacó que "esto sólo cambia si hay un shock de demanda agregada, esto es, recomponer el poder adquisitivo de los ingresos y una política de expansión de las decisiones de gasto del Estado, pero sin eso no veo ninguna posibilidad de reversión del ciclo".
Por su parte, Paolicchi prevé un primer trimestre que será de "estabilización en términos de actividad económica, aunque quizás en la industria veremos otro mes malo". Pero aclaró: "Dudo que haya otro mes peor que diciembre".