Tras una pérdida de $ 1010,8 millones en su balance cerrado el 31 de diciembre, producto de la devaluación de 2018 -primer número en rojo desde la crisis de 2001-, el Grupo Arcor puso el foco en su nuevo objetivo internacional: la conquista de África. El principal fabricante de alimentos del país está construyendo una planta de golosinas, chocolates y galletitas en la ciudad de Luanda, capital de Angola, que espera poner en marcha a mediados del año que viene.
Desde esa fábrica, que el gigante cordobés construye en sociedad con el grupo local Webcor, uno de los mayores distribuidores de alimentos en Angola, Arcor piensa abastecer de productos a la región de África subsahariana. “África es un desafío con muchas complejidades. Pero, cuando uno analiza de cara a 2050, el continente africano será uno de los más poblados del mundo. Es mirar hacia adelante”, afirmó Luis Pagani, presidente de Arcor, en una entrevista publicada en el último número de la revista Apertura. “Estimamos que, a mediados del año que viene, estará lista (la fábrica). Es la primera planta de Arcor fuera de América”, agregó.
La otra región donde Arcor -primer productor mundial de golosinas- quiere reforzar su presencia es Asia. El grupo tiene una oficina comercial en Shanghai, desde la que cubre la zona de Japón a la India. “En Asia, están los consumidores. Soy de los más proactivos en cuanto a que nuestra mirada tiene que estar más puesta en Asia que en Europa”, señaló Pagani. No obstante, admitió que el costo logístico es una restricción. “En containers que tienen poco valor, pagar u$s 5000 de flete es bastante elevado. En esa zona, en general, vendemos golosinas y chocolates. Pero, ahora, empiezan a haber algunas posibilidades de ventas de alimentos”, apuntó.
El empresario no descartó que a futuro Arcor analice producir directamente en Asia, como una réplica de lo que hará en África. Pero, por ahora, el principal proyecto internacional es el de Angola, aclaró. Esa planta sólo abastecerá al continente africano, añadió.
En cuanto al mercado local, Pagani dijo que espera una recuperación del consumo recién para el mes de mayo. “A la reactivación, la veo más para mayo. Pensaba que sería abril. Pero viene duro”, opinó. En volúmenes, las ventas del grupo cayeron 2% en 2018 y, en el primer bimestre de este año, 1,5% respecto de enero-febrero, indicó, con la salvedad de que esta última comparación se da frente a un período de crecimiento. “El primer semestre de 2018 había sido bueno”, acotó. En 2018, el grupo facturó u$s 2800 millones, frente a u$s 3100 millones de 2017, y exportó por u$s 280 millones (el número incluye los despachos intragrupo a sus filiales en Brasil, México, Chile y el resto de la región). Durante este año, invertirá u$s 100 millones.
En la presentación de su balance, Arcor explicó que los negocios de consumo masivo en la Argentina (golosinas, chocolates, galletas y alimentos) sufrieron durante 2018 una disminución de los volúmenes vendidos en sintonía con la caída generalizada del mercado interno producto de la recesión. “No obstante, la pérdida de volumen fue menor que el promedio del mercado, gracias a la realización de acciones comerciales y a la solidez y diversidad de las marcas del portfolio del grupo”, justificó.