La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima) alertó sobre la situación crítica del sector a causa de la caída de la del consumo interno, la dificultad para acceder a las divisas necesarias para pagar importaciones y la competencia con productos traídos desde el exterior.
"Se están generando reducciones en las jornadas laborales, adelanto de vacaciones, suspensiones y la posibilidad inminente de despidos masivos en las empresas locales", alertó Román Queiroz, presidente de Faima en un comunicado que difundió la entidad.
La industria maderera local abarca desde los aserraderos, hasta la fabricación de muebles. En este sentido, se incluyen todos los eslabones de la cadena productiva: remanufacturas de madera, construcción con madera y carpintería en obra, entre otras. En total, el sector suma unas 3500 empresas -en su mayoría pequeñas y medianas- distribuidas en diferentes puntos de la Argentina.
"Al analizar la primera o segunda transformación de nuestra cadena, podemos observar que el nivel de actividad de los aserraderos proveedores del mercado interno han experimentado una disminución del 40% en su actividad en los últimos 60 días", informó.
A pesar de que la organización asegura que el sector recuperó cierta competitividad en el mercado internacional -sucedió luego de la corrección del tipo de cambio que estableció el nuevo Gobierno durante sus primeros días de mandato-, "el acelerado ritmo inflacionario generó un atraso del tipo de cambio real que pone en peligro la viabilidad de las exportaciones foresto industriales".
En tanto, durante el primer mes de 2024, la demanda de muebles disminuyó, según Faima, a causa de la caída del poder adquisitivo de los salarios y la falta de programas financieros que impulsen el consumo a mediano plazo. Por esta razón, la producción de muebles y colchones a nivel nacional tuvo una reducción del 24,6% interanual.
"El aumento de los costos de producción y la apertura comercial agravaron la crisis, poniendo en riesgo la viabilidad económica de las empresas y amenazando la generación de empleo", explicó Queiroz. La industria maderera emplea a más de 30.000 personas de forma directa y a otros 15.000 de manera indirecta.
A su vez, Queiroz destacó que, durante enero de 2024, hubo "incrementos en la importación de muebles. Algunas partidas arancelarias presentan un aumento de hasta el 191% en términos interanuales".
El sector de fabricación de tableros contrachapados -ligado a la construcción, que también tuvo una caída de la actividad del 21%, según el Indec- tuvo una caída en la producción de hasta 45%, agregó el comunicado. La causa que señala Faima, además de la caída en la industria de la construcción, es el fin de la obra pública.
En cuanto al sector de carpintería en obra y construcción con madera, la actividad cayó un 25% en enero de este año, si se compara con el nivel del mismo mes del año pasado.
La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines representa a nivel nacional al sector industrial maderero a través de sus 28 cámaras asociadas en las distintas provincias del país.