Una extensión de la cuarentena hasta fines de mayo reduciría gravemente los ingresos a la mitad de las empresas del país y afectaría levemente a otro 29%, según un sondeo de expectativas de BDO, que además reflejó que el 66% de las empresas sufrió un derrumbe abrupto de sus ventas en lo que va del aislamiento social preventivo y obligatorio.
Del total de las compañías que participaron del relevamiento, el 54,7% son consideradas pymes y el 83% realiza más del 70% de sus ventas en el mercado interno.
El 37,7% se desempeña en el segmento industrial, el 18,9% desarrolla actividades comerciales, el 11,3% ofrece servicios financieros y el 32,1% presta otros servicios profesionales.
De la encuesta se desprende que menos del 10% de las compañías no perdió ingresos durante la cuarentena por el coronavirus y que apenas el 21% podría sostenerlos en caso de que el aislamiento se extienda un mes más.
Fuente: BDO
En ese sentido, sólo el 56,6% de las empresas relevadas cuenta con un respaldo financiero suficiente para afrontar el pago de los sueldos de marzo y abril, mientras el 43,4% dispone de fondos para abonarlos de forma parcial o directamente no puede efectuarlos. De esta porción, el 75% tiene acceso a financiamiento para cumplir con los salarios.
"En Argentina, el desempleo al cuarto trimestre de 2019 fue de 8,9% (1,9 millones de desocupados). Estimaciones de terceros indican que la crisis actual implicaría la pérdida de cerca de 450.000 puestos de trabajo", consignó BDO.
En ese sentido, el 52,8% de las compañías reconoció que deberá achicar los costos de personal, a través de la suspensión temporal de empleados (44% de esta porción); despedirlos (28%) o reducir los sueldos para sobrevivir (64%) si la cuarentena se extiende más allá del 26 de abril. En tanto, el 47,2% no contempla cambios.
Entre los principales desafíos para los empresarios de cara a los próximos meses, el nivel de demanda actual (69,8%) y la rotura de la cadena de pagos (66%) fueron los más mencionados.
En tanto, un 32,1% destacó como un reto la situación económica y financiera de mediano plazo de la empresa, lo que refleja las preocupaciones en torno a la sostenibilidad de la organización en una buena porción de los encuestados. Un 26,4% planteó a la capacidad operativa y un 22,6%, al acceso al financiamiento.
En cuanto a las medidas de política macroeconómica que consideran que más ayudarían a su compañía, casi todos los consultados destacaron la posibilidad de beneficios impositivos (81,1%).
El acceso a créditos de tasas subsidiadas (58,5%), moratorias tributarias (50,9%) y subsidios directos (45,3%) fueron las resoluciones más nombradas. Además, apenas el 37,7% de los encuestados señaló haber sido beneficiado levemente por las iniciativas del Gobierno hasta el momento.
"Lo que llama la atención es que en muchos casos estos desafíos son ponderados por sobre la capacidad de seguir operando, aspecto que sólo el 11,3% de los encuestados manifestó como imposible bajo las condiciones actuales", postuló el informe.
Respecto a planes de inversión para este año, el 45,3% asegura que los canceló, mientras que el 35,9% indicó que redujo el desembolso. Apenas un 5,7% mantendrá los proyectos y un 13,2% no tenía inversiones previstas.
Y concluyó: "Así mismo, consideramos que durante la segunda mitad del año se abrirán oportunidades de inversión para aquellos inversores estratégicos que estén dispuestos a tomar riesgo y capitalizar la curva de crecimiento una vez que la economía -local y mundial- empiece a recuperarse."