Iba a ser la noticia del día pero Sergio Massa apenas habló durante 1 minuto y 37 segundos. Los canales de noticias de TV se sorprendieron con la aparición en el escenario del líder renovador, tras oficiar de anfitrión en sus oficinas de Libertador al 800 con la cúpula del PJ Nacional, incluyendo gobernadores, intendentes y legisladores, cuando estaban transmitiendo la conferencia de prensa del nominado por la Casa Rosada Miguel Ángel Pichetto para acompañar en la boleta a Mauricio Macri.
Adicto al rating como a las encuestas, el tigrense no logró disimular el malestar en su rostro por perder la atención pública en el dilatado acuerdo de su Frente Renovador con el peronismo kirchnerista que será oficializado hoy en la Justicia Electoral. "Sabíamos que la atención estaba puesta del lado del Gobierno", murmuraban los asistentes a la esperada reunión cumbre, que llegó un día después de lo esperado.
UNIDAD. Para volver a poner a la patria de pie pic.twitter.com/xZTMdXRKHC
— José Luis Gioja (@joseluisgioja) June 11, 2019
Por eso, para recuperar la centralidad, el también demoradísimo café entre Massa y el precandidato presidencial Alberto Fernández será hoy. Desde ambos sectores evitaban adelantar hora y lugar. Como gesto, el presidente del PJ Nacional José Luis Gioja trasladó a su comitiva al terreno massista, bajo el lema "la unidad aunque duela" ya que hasta Cristina Fernández de Kirchner dejó el Instituto Patria para visitar la sede partidaria de Matheu 130. Por lo que algunos no descartan una devolución de gentilezas para que el edificio de Once sea el escenario de la foto que terminará de sellar el mega-acuerdo.
No por casualidad en el tercer piso de ese inmueble, es donde el apoderado justicialista Jorge Landau está ultimando los detalles jurídicos del futuro frente. Por falta a copyright, en manos de un ajeno dirigente bonaerense, no será bautizado "Patriótico". Para evitar que alguien les gane de mano en la inscripción, su nombre está guardado bajo siete llaves, si bien se especula que podría contener el ya slogan "Con todos" o alguna idea similar.
Pero las negociaciones continúan, sostienen desde ambos sectores, si bien todo estaría encaminado para esta medianoche firmar un contrato cuando faltarán aún 10 días hasta el 22 de junio, plazo para la presentación de las listas. Massa insiste con sostener la precandidatura presidencial que lanzó en el cuasi extinto Alternativa Federal y con recuperar su pago chico, Tigre, con su esposa Malena Galmarini como candidata a intendenta. Julio Zamora, actual jefe comunal y uno de los primeros renovadores en ir a ver a Cristina Fernández de Kirchner, alertó ayer un intento de "proscripción", al tiempo que pidió (sin suerte por ahora) el respaldo público de sus colegas alcaldes.
El lugar elegido ayer no fue al azar. Un requisito massista era la construcción de una narrativa sobre la base de un entendimiento partidario y no un el regreso de un dirigente a un espacio al que despotricó. "Se planteó la posibilidad de construir sobre la base de una coalición de partidos donde cada uno respete su individualidad y a la otra fuerza política", fue unas de las pocas cosas que dijo Massa al término de la reunión.
Nuestras coincidencias en un Programa de Gobierno nos llaman a construir una coalición opositora, amplia y plural que responda a la urgencia democrática que nos demanda el país.
— Sergio Massa (@SergioMassa) June 11, 2019
Sigamos trabajando para hacerla posible.#NuevaMayoría♥????#DefenderALaArgentinahttps://t.co/Nvy3ljxBFc
Lejos de la estética del FR, no fue conferencia de prensa y el ex diputado abandonó la escena. Le dejó el micrófono y el atril a Gioja. "Hemos venido a decirle (a Massa) que necesitamos terminar de construir la mayoría más importante posible, que necesitamos de todos y necesitamos también de una gran coalición para poder gobernar la Argentina", contó el sanjuanino.
Por el lado massista, tomó la palabra la diputada Cecilia Moreau, que justificó el acuerdo en función de la "situación de emergencia democrática". En la mesa, juran, no debatieron el efecto Pichetto. Pero al hacer un repetido llamado a parte de la UCR a sumarse, pareció una elíptica respuesta a la jugada del oficialismo.