Hombre de pocas palabras, pícaro para responder a las preguntas de periodistas y financieros, y con la satisfacción de saberse con la tarea cumplida, así se lo pudo ver en su última aparición pública a Sergio Marchionne, el consejero delegado de Fiat Chrysler Automobiles y Ferrari quien falleció ayer a los 66 años en Zurich, Suiza.
El hombre que se había ganado el mote del "Steve Jobs" de la industria automotriz no sólo por decir que su objetivo era convertir a Fiat en la "Apple del automóvil", y el modelo Cinquecento en su "iPod", sino porque se negaba a usar traje y corbata, al igual que Jobs.
El mito contaba que el hombre que contrató Umberto Agnelli y que formó John Elkann, heredero de la familia y presidente del Grupo, había prometido que volvería a ponerse corbata cuando sacara a Fiat de la quiebra. Sucedió el pasado 1° de junio, con motivo de la presentación del Plan estratégico de Fiat Chrysler Automobiles (FCA) 2018-2022, y El Cronista fue testigo. Marchionne anunciaba que el grupo ítalo-estadounidense tendría una posición financiera "positiva" a finales de junio y lo hacía mientras se bajaba el cierre de su tradicional sweater, y dejaba ver que llevaba puesta una corbata azul.
Minutos más tarde de esa presentación frente a un panel de analistas financieros, Marchionne se presentó en el centro de prensa junto a Elkann quien también cumplió su promesa y se sacó la corbata que usaba frecuentemente. Su futuro estaba jugado. Se retiraría en abril próximo, aunque la suerte lo traicionó.
Es un relevante gesto de confianza a una compañía emergente. La operación con el Investment Corporation of Dubai no se limita a los aeropuertos italianos
Nacido en Chieti (Italia) el 17 de junio de 1952. Visitó por primera vez la Argentina en 2006 para el lanzamiento del Fiat Punto, el primer auto regional que salió de la fábrica de Córdoba bajo su gestión. laa visita concluyó con una cena en la Quinta de Olivos con el ex presidente Néstor Kirchner y la entonces futura Cristina Kirchner.
En su última visita en marzo pasado, el hombre que vivía buena parte de su tiempo arriba de un avión y que compraba sus sweater en Amazon, se reunió con el presidente Mauricio Macri y, posteriormente a ese encuentro se hizo tiempo para una de sus pasiones: la música y fue a ver un espectáculo de tango acompañado por el presidente de la marca en el país y miembro de la familia Agnelli, y tío de Elkann, Cristiano Rattazzi.
Marchionne y Rattazzi habían generado una relación fuera de lo laboral. Aunque el hombre fuerte de la marca en el país es un 4"Agnelli" y miembro del directorio, señalan que uno y otro habían encontrado un buen canal de comunicación. La salida milonguera lo confirmó.
Licenciado en Derecho y Filosofía, reconocía estar solo, porque cuando alguien ocupa una posición de poder "la culpa colectiva no existe". En su última presentación, la que marcó el rumbo para los próximos años de FCA, el hombre que rescató a Fiat ahora planteaba un nuevo horizonte en donde la marca "generalista" le dejaba paso a un conglomerado de marcas de lujo conformado por Alfa Romeo, Maserati, Jeep y Ram.
El hombre que cuando asumió la empresa arrastraba pérdidas por 1500 millones de euros y la deja con beneficios netos en 2017 de 3510 millones de euros, se despide con una anécdota que muestra que no dejaba espacio para especulaciones.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca coincidió con un desembolso de FCA de u$s 1000 millones en los Estados Unidos, lo que generó 2000 nuevos empleos. Trump quiso mostrarlo como una victoria de su política de amenaza para los que fabrican en México. Marchionne no lo dejó pasar y señaló que el plan había sido anunciado un año antes.
Por complicaciones de una cirugía, el sábado pasado fue reemplazado como CEO en FCA por Mike Manley, porque no retornaría al trabajo. Ayer se informó su fallecimiento.