En un contexto complejo en ventas, Chandon apuesta a los aperitivos para captar nuevos consumidores y potenciar el mercado de espumantes.
La marca, de la francesa Moët Hennessy, acaba de lanzar Chandon Apéritif, un espumante amargo, en base a naranjas maceradas, en el cual viene trabajando hace tres años y con el que prevé reimpulsar el mercado de champán, que en 2018 cayó un 19% en volumen, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV); la baja se sintió más en los segmentos de menor precio, mientras que los de mayor valor retrocedieron menos.
"Ahora, este año, el mercado empezó algo mejor, crece un 4% y nosotros un poco por encima. Buscamos lanzar productos que generen nuevas ocasiones de consumo, generar nuevas experiencias. Para el espumante la calidad es fundamental, por eso empezamos a trabajarlo hace tres años. Es un espumante a base de chardonnay, pinot noir y semillón, con un macerado de naranjas de un productor de alta calidad de Entre Ríos, junto a especias de diferentes lugares del mundo", destacó Gustavo Perosio, gerente general de Moët Hennessy Argentina, en una entrevista a El Cronista.
"Este es un producto rupturista, que busca acercar a los consumidores a la categoría de espumantes, en nuevas ocasiones de consumo. Ya en 2012 habíamos lanzado Chandon Délice, el primero dulce, para tomar en vaso de boca ancha con hielo. Y hoy es nuestra segunda variedad más vendida, con el 16% del total, después del Extra Brut", explicó Perosio.
El ingreso a la categoría de aperitivos no es casual. En tiempos de crisis, fue una de las pocas que logró crecer o no caer en ventas; además, en los últimos años, abrieron vermuterías y los aperitivos ganaron espacio en los after office. Pero, según Perosio, la idea en realidad surgió al empezar "a pensar en un producto para el momento del apérofrancés, después del trabajo, antes de volver a casa o de cenar. Queríamos adaptarlo al mercado argentino, donde gustan mucho los amargos. Es un aperitivo con mucho aroma a naranjas y especias, pensado en el paladar argentino", explicó.
A diferencia del espumante tradicional, recomiendan beber Chandon Apéritif con hielo, para mantener su frío y facilitar su consumo, aunque también se puede tomar solo. Fácil de beber, sale al público al mismo precio que el Chandon Extra Brut: $ 330 en supermercados, ya que apuntan a que el precio no incida en la elección entre uno u otro.
"Las expectativas son buenas; esperamos que funcione bien este año y que nos alcance la cantidad de producto. Tememos habernos quedado cortos. El macerado de naranjas es artesanal, con un productor selecto, con lo cual no tenemos más volumen para este año. Estimamos que aportará el 5% de las ventas de la marca Chandon este año y crecer a doble dígito anual en los próximos cinco años", destacó Perosio.
Para este año, Moët Hennessy es optimista y espera crecer de la mano del nuevo aperitivo y de otros productos que lanzará en junio. "Más allá de la situación económica, la empresa mira a largo plazo. Queremos sembrar para cuando la economía mejore y trabajar para seguir siendo líderes de la categoría. Lo que pasa en el país es coyuntural. Chandon comenzó en la Argentina en 1959, lanzó el Extra Brut en los 60. Pasamos un montón de crisis y, mientras tanto, la compañía fue creciendo. En momentos de crisistratamos de enfocarnos más en cómo revolucionar las cosas para seguir creciendo. Es el peor momento para quedarse quieto", destacó.
Desde hace años, la empresa no participa en las promociones de los supermercados. "Nos afecta negativamente en el corto plazo, pero positivamente en el largo. Cuando se hacen los descuentos, vendemos menos, pero después crecemos en los días sin promociones. Tenemos que defender el valor de la categoría, nuestros clientes lo valoran. Cualquier canal, por chico que sea, no va a encontrar un producto nuestro a menor precio en un supermercado; buscamos la equidad", destacó Perosio.
La empresa, que asegura invertir de 8 a 9 millones de euros en su bodega en Mendoza cada año, vende el 80% de sus espumantes en el país y exporta el 20% restante a la región. Está presente en el segmento bajo de precios, con Mercier ($ 155), medio con Chandon ($ 330) y alto con Barón B ($ 605); y vende además champagne importado de su matriz francesa, a mayores valores. También produce vinos, bajo diversas marcas, entre ellas, Terrazas de los Andes en el segmento premium, que exporta más del 60%.
En su último balance, a junio de 2018, facturó $ 2600 millones.