La caída registrada en agosto en el uso de la capacidad instalada es reflejo del desplome en la actividad económica, el deterioro del consumo y tasas de interés que superan el 70% anual. La utilización de la capacidad instalada (UCI) en la industria, esto es, el máximo potencial de producción de las diferentes ramas industriales, alcanzó en agosto un promedio de 63,0%, una leve mejora respecto de julio.
Pero para contextualizar el dato relevado por el Indec, hay que recordar que el uso de la capacidad instalada en agosto tuvo una contracción de 4,3 puntos porcentuales respecto de agosto de 2017 y fue el peor indicador para el mes de agosto desde 2002, cuando llegó a 56,9%, tras la salida de la Convertibilidad.
En agosto el ránking de utilización de la capacidad instalada fue liderado por industrias metálicas básicas (85,2%), refinación del petróleo (78,1%), productos del tabaco (76,7%), papel y cartón (76,1%), y minerales no metálicos (72,1%).
En contraste, los niveles más bajos de uso del potencial de producción se dio en productos textiles (53,4%), edición e impresión (53,9%), metalmecánica sin automotores (53,9%), sustancias y productos químicos (54,1%) e industria automotriz (57,3%), mientras que productos de caucho y plástico tuvo un nivel de 57,6%) y la industria de alimentos y bebidas, del 61,7%.
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Casi todos los sectores terminaron el mes con caída interanual en el uso de su capacidad de producción. Fue el caso de la industria de alimentos la metalmecánica vinculada al agro por la sequía, los sectores relacionados a la construcción, en especial por el freno de la obra pública, o la baja en algunos sectores de consumo durable como línea blanca y el segmento de envases de metal, explicó el Indec.
Las actividades más dinámicas fueron las industrias metálicas básicas, impulsadas por la producción de acero crudo y la mayor elaboración de aluminio primario. El otro factor de empuje fue la industria automotriz, que superó el registro de agosto de 2017, gracias al aumento de las exportaciones.
"La tasa de interés elevada le pega mucho al sector industrial", señaló Fausto Spotorno, economista jefe de Orlando Ferreres y Asociados. Consultado sobre la evolución de la industria, estimó que "todavía no llegó a un piso" y proyectó una caída de la industria del 3,9% para 2018. La mejora, por su parte, será lenta. Podría haber buenas noticias en algunos pocos sectores en el primer trimestre de 2019, como alimentos, alguna mejora en la industria automotriz por más exportaciones pero recién habría un crecimiento más extendido en el tercer trimestre de 2019.
Por su parte, Pablo Dragún, coordinador del Centro de Estudios de la UIA, indicó que "todavía no se ve ningún sector que haya llegado a un piso a nivel de actividad", y aclaró que "hay caídas generalizadas salvo en acero/aluminio y la industria automotriz". Dragún estimó que la producción industrial se contraerá "entre 2% y 2,5% en el año". Y precisó: "Nada de expandir la capacidad de producción porque no se percibe que vaya a crecer el mercado".