La industria brasileña registró em el anteúltimo mes del año su mayor expansión en ocho meses y llevan a los economistas locales anticiparon que, en consecuencia, algunos sectores domésticos acoplados a la actividad fabril del vecino país empezarán a repuntar hacia el primer trimestre de 2019.
Siempre es un buen síntoma que la industria del principal socio comercial mejore. Es así que, según un estudio de Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), desde mediados de 2016, "se empezó a ver un acople entre el ciclo industrial de Brasil y el local, siendo el desempeño del socio regionalel que anticipa el resultado del argentino".
El análisis de FIEL señaló que esta sincronización se dio con mayor fuerza en el rubro automotor (caucho, neumáticos, pinturas, entre otros subproductos); plásticos y químicos, entre los principales sectores.
Estos rubros "dependientes" de la economía de Brasil empezarían a acelerar su actividad en el trimer tramo de 2019 si la industria brasileña sigue en ascenso.
En principio, el sector manufacturero brasileño mostró buenos síntomas tras la victoria de Jair Bolsonaro como presidente electo, en la segunda vuelta de las elecciones realizada a fines de octubre.
Así en noviembre, repuntó un 1,6% y obtuvo el mejor registro desde marzo gracias a la "aceleración de la demanda del mercado interno, que provocó un aumento del empleo industrial y de compra de insumos para el proceso de producción", según indicó un informe de IHS Markit.
Para el economista Marcelo Elizondo, este resultado da buenas perspectivas para el año próximo al sector automotriz local que, junto con tractores y autopartes, constituyen el 44% de las exportaciones argentinas a Brasil que, entre enero y octubre, significaron un ingreso de u$s 4000 millones.
"A partir del repunte de la industria brasileña, esta noticia alzará las expectativas de intercambio del rubro automotriz que viene golpeado, y que empezará a remontar con fuerza a partir del primer trimestre 2019", afirmó Elizondo.
Y aseguró que también aumentará el flujo comercial de químicos, plásticos y maquinarias de baja sofisticación que conforman parte de la cadena productiva brasileña.
La segunda buena noticia que se desliza a partir del repunte brasileño tiene que ver con la macro. En los primeros 9meses del año, el comercio entre ambos países tuvo un saldo negativo para Argentina de u$s 4700 millones, según los últimos datos de comercio bilateral del Ministerio de Hacienda, y terminaría en 2018 con un rojo de u$s 4300 millones.
Desde la consultora Abeceb, puntualizaron queen caso que la actividad brasileña repunte según los pronósticos y la señal optimista que dio su industria en noviembre, en 2019 la brecha comercial entre ambos países se cerraría en torno a los u$s 2000 millones.
Esto se daría, según Martín Vauthier, director de Eco Go, por la mejor de la actividad de Brasil, que "tiene mucha mayor incidencia en el saldo comercial que el tipo de cambio real".
El repunte de Brasil empezó a mostrarse en un contexto en el cual varios de los principales compradores de productos argentinos, como China, Vietnam y Estados Unidos, arrojaron cifras de industria positivas también para el pasado mes.