"La obesidad, el sobrepeso y otros problemas de salud relacionados con el estilo de vida contemporáneo tienen causas multifactoriales y necesitan ser abordados en múltiples frentes. La información y la educación son etapas fundamentales en este proceso, de ahí la importancia de que el consumidor tenga acceso, en la parte delantera de los envases, a datos e informaciones nutricionales expuestos de forma simple y clara", indicó la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios de Mercosur (Cipam) en un comunicado.
Según señaló la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), durante un encuentro mantenido con las cámaras de los demás países del Mercosur se destacó que debe ser el bloque quien defina las políticas regionales en materia de etiquetado frontal.
Esta declaración parecería ser una respuesta a la decisión tomada meses atrás en Uruguay, que comenzó a indicar en el frente de los envases si los productos son altos en azúcares, sodio o grasas, con un modelo similar al chileno. La medida, adoptada por decreto, generó reclamos en la industria alimentaria de ese país.
La Cipam busca que el etiquetado frontal sea "indicativo" y considera que el modelo adoptado por Uruguay es "disuasivo" y que "demoniza" los alimentos. Sin embargo, tanto el chileno como el francés, con un sistema de colores estilo semáforo, son los ejemplos que el secretario de Salud, Daniel Rubinstein, querría utilizar en la Argentina.