El Ministerio de Hacienda dio a conocer esta mañana la letra chica del acuerdo que la Argentina alcanzó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la búsqueda de ayuda financiera para superar la crisis financiera que afronta el país.
Entre los principales puntos se destaca la baja de subsidios (suba de tarifas), congelamiento de contrataciones en el Estado, la realización de obras públicas "esenciales", la reducción de las transferencias discrecionales a las provincias y la amortización de activos de los fondos de pensión.
"Consideramos que el plan que hemos diseñado es sólido, ayudará a construir confianza y reducir incertidumbre, y fortalecerá a la economía argentina", señala el documento.
Como parte del apoyo, el país solicita formalmente un "Acuerdo Stand-By del FMI por un período de 36 meses, por un monto de DEG 35.379 millones (equivalente a aproximadamente u$s 50.000 millones, o el 1.110% de la cuota de Argentina con el FMI).
"Planeamos desembolsar el primer tramo (u$s 15.000 millones) luego de la aprobación del programa, la mitad del cual se utilizará como apoyo presupuestario. El resto de los tramos serán tratados como precautorios", señala en referencia al anuncio realizado ayer por el Ministerio de Finanzas.
El documento da a conocer además un detalle de las fechas en que se realizarán las revisiones y desembolsos desde el organismo.
Política Fiscal
- Uno de los ejes centrales del plan económico será acelerar el ritmo al que el país viene reduciendo el déficit primario del Gobierno nacional desde 2016.
- Se reafirma el compromiso de alcanzar el equilibrio fiscal y llevar a cero el resultado primario del Gobierno nacional en 2020.
- Reducir el gasto público hasta llevarlo a niveles adecuados y sostenibles, lo que resulta "fundamental para alcanzar tanto el equilibrio fiscal como macroeconómico".
- El esquema fiscal de mediano plazo elegido garantizará que la deuda pública bruta como porcentaje del PBI caiga a partir de 2018, alcanzando el 55,8% del PBI hacia fines de 2021.
- El Gobierno se compromete a llevar adelante "un manejo proactivo de la deuda para alargar la madurez de los títulos, optimizar el costo de nuestros pasivos y aumentar el porcentaje de la deuda pública nacional denominada en pesos".
- Se fija una más rápida convergencia al equilibrio fiscal cumpliendo la nueva meta fiscal para 2018.
Política Monetaria
- El Gobierno se compromete a "redoblar esfuerzos para reducir la inflación, que tantos males causó a la población".
- Con ese fin, se comprometió a un marco de metas de inflación para la política monetaria.
- Si bien la política monetaria logró reducir la inflación en la segunda mitad de 2016 y en 2017, "la disminución de la misma fue menor a la deseada". Por tal motivo, se fortalecerá el marco institucional para la política monetaria y construiremos credibilidad a través de acciones que muestren nuestro compromiso con los objetivos de inflación.
Refuerzo de la autonomía del BCRA
- Para reforzar el compromiso con una inflación baja y estable, el Gobierno afirma que fortalecerá al Banco Central.
- Antes de marzo de 2019 se enviará al Congreso un proyecto de ley para dotar al Banco Central de una nueva Carta Orgánica. Es una meta estructural de nuestro programa. Esta Carta Orgánica le dará al Banco Central mayor autonomía en su operatoria, permitirá una mejor rendición de cuentas y aumentará la transparencia de la institución.
- Entre otras características, la nueva Carta Orgánica: reforzará la estabilidad de precios como el mandato principal del BCRA; brindará al Central la autoridad para establecer, con consulta al Ministerio de Hacienda, las metas de inflación con una anticipación de tres años; establecerá, para mejorar la rendición de cuentas, que, en caso de desvíos importantes de las metas, el BCRA enviará una carta pública al Congreso y al Presidente, explicando las razones del desvío y cómo intentará resolverlo; proporcionará motivos bien definidos y limitados por los cuales el Presidente, el Vicepresidente y los miembros del directorio pueden ser destituidos de sus puestos; mejorará la transparencia restableciendo los estándares de rendición de cuentas internacionales, para garantizar un reporte transparente de la hoja de balance del Banco Central; suspenderá la financiación directa o indirecta del Central al Tesoro y reducirá la exposición crediticia del Banco Central al Gobierno de manera predecible y por etapas; aclarará el estado legal de las reservas internacionales del BCRA, que solo deberían servir para implementar políticas cambiarias y monetarias.
- Limitará las transferencias al Tesoro sólo a utilidades realizadas, que únicamente podrán ocurrir cuando el capital del BCRA exceda un nivel adecuado. Las ganancias 12 y pérdidas no realizadas por revaluación de la moneda extranjera deberán ser registradas separadamente en una cuenta de revaluación y no distribuidas.
Metas de inflación
- La carta habla de nuevas metas de inflación "realistas y significativas" y lamenta "volver a reajustar las metas de acuerdo a un sendero más alto de inflación".
- El programa incluye bandas de consulta de las metas de inflación y de los activos domésticos netos del Banco Central, para así aumentar nuestro compromiso con el proceso de desinflación.
- La meta será igual o inferior a las expectativas actuales del mercado (REM) para el final de 2018 (27 por ciento), y luego 17%, 13% y 9% para diciembre de cada uno de los siguientes 3 años.
Tipo de cambio
- El Gobierno se comprometió con "un tipo de cambio flexible y determinado por el mercado".
- Se propone limitar las ventas de reservas internacionales a períodos en que haya una clara disfunción del mercado.
- Absorber las presiones externas a través de un tipo de cambio flexible y ventas de divisas muy limitadas para acomodar las presiones del mercado cambiario.
- Llevar las reservas internacionales a niveles prudentes dada la exposición de Argentina a los shocks globales en la cuenta corriente y de capital.
- Para lograr esta acumulación de reservas, no permitiremos que las reservas internacionales netas caigan por debajo de un piso que a la vez nos proporcione espacio para la desacumulación de reservas durante el período actual de volatilidad del mercado, pero que aumente con el tiempo hasta un nivel adecuado.
- En el caso "improbable" de que la intervención en el mercado de divisas (tanto al contado como en futuros) esté por encima de lo que es consistente con este sendero, se iniciarán conversaciones con el staff del FMI para analizar las condiciones en los mercados de divisas y nuestra política de respuesta.
- El BCRA publicará a fines de septiembre de 2018 una regulación que introduzca un mecanismo de subasta de divisas para intervenir en los mercados de contado y de futuros. Esto es una meta estructural para el programa.