La Superintendencia de Riesgos del Trabajo presentó un informe sobre la situación laboral de los inmigrantes en la Argentina. Los datos están actualizados a 2017 y muestran un leve avance en el peso de los extranjeros en el mercado local. Constituyen el 4,4% de los trabajadores en blanco, mientras que, en 2015, eran el 4,2 y, en 2016, el 4,3 por ciento.
En términos absolutos, hay, en la Argentina, 417.011 extranjeros dentro del universo de 9.483.398 trabajadores. Sin embargo, el informe advierte que sólo la mitad de los trabajadores inmigrantes está registrada. El resto desempeña sus actividades en negro.
Sobre el país de origen, se comprueba la percepción generalizada acerca de la llegada de caribeños al país. El peso relativo de los trabajadores venezolanos se multiplicó por cuatro en el último trienio, mientras que los colombianos aumentaron un 30% en ese período. De esta forma, más del 80% de los trabajadores inmigrantes son sudamericanos. Al tope del ranking, sin embargo, siguen los paraguayos, que alcanzan el 40% del total. Completan el podio los bolivianos y los peruanos.
La corriente inmigratoria del el norte del subcontinente muestra una clara concentración territorial alrededor del área metropolitana de Buenos Aires. El 73% de los venezolanos se encuentra en Capital y otro 19%, en la provincia. Con los colombianos, pasa algo similar: 69% y 20% en ambos lugares.
El ministro de Hacienda enfatizó el impacto de la sequía, la volatilidad internacional y la crisis de los cuadernos, como los eventos que generaron el contexto económico negativo. Ponderó la gestión del presidente Mauricio Macri como "piloto de tormentas"
El 44% de los paraguayos está en la provincia de Buenos Aires. Y los chilenos se concentran cerca de la cordillera: 20% en Río Negro y 16% en Neuquén.
Sobre la cuestión etaria, existe una concentración alrededor de la población económicamente activa y joven. Por ejemplo, el 17% de los trabajadores inmigrantes tiene entre 30 y 34 años. Entre los locales, el porcentaje cae a 15%. Algo similar sucede entre los de 25 a 29 años: son el 15% entre los extranjeros y el 13% entre los nativos.
Los inmigrantes chilenos constituyen una población más envejecida: el 79% tiene más de 40 años. La mayor concentración está entre los de 50 a 54 años, que superan el 17%. De esta forma, el promedio de edad para los chilenos en la Argentina es de 49 años. La segunda corriente de más edad es la uruguaya: 47 años promedio.
En la vereda de enfrente, una vez más, se encuentran los caribeños. Se trata de una migración más reciente y de personas jóvenes en plena edad laboral. El 84% de los colombianos tiene entre 20 y 39 años. Entre los venezolanos, el dato asciende a 89%. Además, se concentra, particularmente, entre las personas de 25 a 34 años, que son el 64% del total.
Otra discriminación que muestra el informe es sobre la actividad económica ejercida, donde se ven claras diferencias con los nativos. Por ejemplo, el 46% de las mujeres extranjeras trabajan en casas particulares, mientras que entre las nativas el porcentaje es 10. Los otros sectores significativos para las extranjeras son servicios sociales (22%) y comercio (13%).
Entre los hombres, las actividades están más equilibradas. El 29% de los extranjeros trabaja en la construcción, frente a un 7% de locales. Se destacan allí los paraguayos: el 49% se dedica a esta actividad. Hay un 17% de extranjeros que se dedica al comercio y el mismo número lo hace en el sector de manufacturas, aunque en estos casos no dista demasiado de los números de los nativos.