A casi 10 días del cierre de las listas para competir en las PASO con la intención de llegar luego a las elecciones presidenciales, los escenarios económicos que podrían suceder según resulte ganador Mauricio Macri, Alberto Fernández o alguno de los candidatos que buscan posicionarse como la tercera opción, empiezan a emerger.
Si bien aún resta que transcurran buena parte de los meses en los que mayor puede ser la volatilidad del dólar, los analistas comenzaron a trazar la evolución de las variables clave de la economía, en cada uno de los casos.
La cuestión que definirá, en buena parte, cómo se acomodarán el resto de los indicadores se resume en un tema: la afinidad con el mercado. Cuanto más cercano, el dólar se ubicaría en un nivel más bajo, lo que haría menos difícil afrontar los vencimientos de deuda (el 80% está nominada en moneda extranjera), de esta manera impactaría un poco menos en la inflación y, en ese sentido, también en la actividad.
Pero lo que subyace a este acomodamiento es, precisamente, el nivel de deuda, en particular, la tomada en los tres últimos años, y en ese sentido, las exigencias de los vencimientos para los próximos cuatro. Matías Rajnerman , economista jefe de Ecolatina, lo definió así: "Producto del esquema de endeudamiento externo que llevó adelante Cambiemos, el principal problema de la economía argentina es la escasez de dólares y, como es muy difícil conseguirlos vía exportaciones e inversiones productivas en el corto plazo, va a ser importante atraer capitales financieros".
Desde LCG también marcaron que "gane quien gane la disputa presidencial, la próxima será una gestión que deba administrar la escasez".
En la misma línea, Juan Ignacio Paolicchi, de EcoGo, dijo que la dinámica económica va a estar asociada, en gran medida, a la reacción de los mercados frente a las distintas postas que se van a ir devengando en los próximos meses. "Si el resultado de las Paso complica la estrategia del Gobierno, en un contexto de polarización, y eventualmente el BCRA debe empezar a vender reservas, la dinámica de este año puede complicarse, e independientemente de quién gane, se termine convalidando un punto de partida más complicado para quien tome las riendas en 2020", sostuvo. Así, "2020 va a depender en sí de cuántas sean las reservas, cuál el ratio reservas/Leliqs y qué tasa de interés devengan, qué nivel de inflación y fundamentalmente qué ajuste macroeconómico se sostiene para entonces".
Hacia adelante
Es cierto que en el largo plazo estamos todos muertos, según decía Keynes. Y, en esa línea, llegar a 2020 implica aún un largo camino por recorrer en el que la incertidumbre será la principal característica. Así, la volatilidad cambiaria no está descartada y es el principal hecho que atenta a un fin de 2019 más tranquilo.
"El escenario 2020 va a depender enormemente del punto de partida. Hay que ver la dinámica de los precios relativos, del déficit fiscal y del de cuenta corriente en un contexto de inercia inflacionaria creciente", sostuvo Paolicchi, de EcoGo.
No obstante, desde LCG esbozaron posibilidades de cómo evolucionarían determinadas variables, según quién resulte ganador. A esto, Rajnerman, de Ecolatina, trazó distintas posibilidades para el dólar, en el caso de quién sea el que asuma el 10 de diciembre.
Triunfo del oficialismo:
En LCG creen que el riesgo país, que hoy oscila entre los 950 y los 1000 puntos básicos (pb), retomaría valores más bajos, en torno a los 500 o 600 pb. "Sin presiones cambiarias y con un tipo de cambio real estable en niveles que permite acomodar la cuenta corriente del sector privado, la inflación se acomoda en un sendero descendente". Aún así, estiman que la actividad no logra despegar con tanta fuerza y prevén un 2% de crecimiento anual para los próximos año.
Rajnerman estima un dólar mayorista cerca de $ 51. "Este escenario sería en caso de que Cambiemos ganara las elecciones: la divisa marcaría un leve retroceso después del resultado, producto de capitales financieros que volverían al país", dijo.
Triunfo de Alberto Fernández:
Sobre el dólar, Rajnerman diferenció que, con un discurso moderado, el tipo de cambio estaría un poco por arriba, más cerca de $ 55. En cambio, si fuera un discurso radicalizado, "algo que al momento luce muy poco probable", reconoció, el sendero del dólar sería todavía más pronunciado y podría superar incluso los $ 60, "impulsado por el temor a un nuevo cepo y a un default de la deuda, que desataría una salida masiva de capitales".
Hacia adelante, "dependerá de si el mercado le cree o no a la moderación de Alberto Fernández y el contexto internacional", señaló. "En el escenario más probable, habría ingreso capitales pero que no alcanzarían para cubrir la totalidad de los pagos de deuda. En consecuencia, debería sostener un tipo de cambio real más alto para poder honrar los compromisos asumidos vía dólares de exportaciones. En este marco, el dólar estaría un poco más alto, por lo que la inflación bajaría más lentamente y la recuperación de la actividad sería más paulatina", agregó.
En LCG sostuvieron en que el cierre del año "incluye un tipo de cambio sensiblemente más alto" y que "esto se traduce en una aceleración de la inflación. Pero, en el corto plazo y todavía bajo el programa del FMI, no derivaría en episodios hiperinflacionarios".
Triunfo de tercera opción:
Distinguen en LCG entre Alternativa Federal o Roberto Lavagna. En el primer caso, "intentará mostrarse como moderado" y "es un candidato desconocido por el mercado, con escasa experiencia", mientras que para el segundo "ya anunció que renegociaría plazos y condiciones con el FMI. El mercado podría darle una chance".