Expresar la disconformidad de los productores ante los recientes cambios en los derechos de exportación (suba de 30% a 33% las retenciones a la soja y bajas para unos 25 economías regionales). Ese fue el argumento con el que las entidades rurales que conforman la mesa de enlace convocaron al cese de comercialización de granos y ganado, que comenzó en la medianoche de este lunes y se extenderá hasta la medianoche del jueves 12.
La medida, con la que los dirigentes buscaron satisfacer las demandas de sus bases productivas, implicará que no haya comercialización de granos y de hacienda para la industria o la exportación durante las 96 horas decretadas para la protesta.
Sin embargo, al menos hasta esta mañana, se desestimaba la concentración de productores en las rutas, controles de carga e incluso la mesa de enlace aconsejó que el cese comercial deje afuera a los productores perecederos, las operaciones pactadas de manera previa, así como remates y exposiciones organizadas, como la Expoagro que se desarrolla desde mañana en la ciudad bonaerense de San Nicolás.
Desde el nucleamiento rural, además, remarcaron que el paro comercial "no provocará aumentos sobre los precios ni desabastecimiento".
"Es una manera de hacer escuchar el largo reclamo, ya que con esta carga tributaria no podemos producir y, de persistir esta situación, el futuro de la familia agropecuaria se verá muy comprometido", enfatizaron desde la mesa de enlace.
El paro del campo, el primero que debe enfrentan Alberto Fernández a solo 3 meses de iniciar la gestión, fue lanzado el jueves último, en medio de internas de las propias entidades, luego de que el Gobierno subió 10% las retenciones que paga la soja, bajó las alícuotas a unas 25 economías regionales y anunció reintegros para los productores sojeros de hasta 1000 toneladas en una "redistribución" de esos recursos.