El sector de la construcción es uno de los que más sufre los efectos del estancamiento de la actividad económica, y para muchas de las empresas de este rubro la ayuda oficial resultó clave para poder continuar adelante.
De acuerdo con una encuesta de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) y a la que tuvo acceso El Cronista, el 87% de las compañías de este segmento se inscribió en el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que brinda a las firmas la posibilidad de que el Gobierno se haga cargo de hasta el 50% del salario de sus empleados así como reducción y/o postergación de cargas patronales.
Esa necesidad de recibir un aporte oficial en el sector se vio reflejada también en el desempeño que tuvo la facturación nominal entre el 12 de marzo y el 12 de abril pasados respecto del mismo período de 2019.
En ese sentido, el 72% de las empresas consultadas indicó en 2020 se produjo una contracción en su facturación; el 2% que fue igual; el 5% que no llegó a ser el 10% mayor; el 6% que fue entre un 10% y 30% más alta; el 6% que es mayor al 30%
Desde la Cámara de la Construcción afirman que el comienzo del freno de la actividad por la cuarentena fue muy complejo, aunque con el tiempo se logró que, al menos en algunas localidades y en forma parcial, se pudiera comenzar a trabajar.
Esto fue lo que permitió que algunas compañías mostraran un nivel de facturación igual o algo superior respecto del año pasado. "Sino la debacle hubiera sido total", afirman.
Buena parte de la explicación de la mala performance que muestran los números de las empresas tiene que ver con el parate que se dio en la obra pública, eje centra de los balances de muchas firmas.
Nada menos que el 69% de los encuestados advirtió que este segmento es clave para su comportamiento.
En tanto, el rubro "Obra Privada: vivienda, desarrollos inmobiliarios", resulta vital para el 58% de los consultados, y el renglón que corresponde a "Obra Privada: industrial, comercial" mostró una incidencia fuerte para el 44% de las empresas.
Como parte de esta encuesta –que se realizó entre 656 casos- surge también que el 65% de las empresas del rubro que se inscribieron en el ATP tiene la totalidad de sus trabajadores bancarizados, mientras que 9% indicó que menos de un cuarto de sus empleados lo están.