Mientras que la inflación acumula un aumento del 37,7% en lo que va del año, los sueldos requeridos en las entrevistas de trabajo por los candidatos a distintos puestos laborales crecen a un ritmo menor.
Mientras que para un puesto junior el salario bruto pretendido ronda en torno a $ 32.852 por mes, en el caso de un cargo senior el promedio se ubica en $ 48.413 mensuales, y para una posición de jefe o supervisor el sueldo solicitado es de $ 81.738.
Los datos se desprenden de una investigación realizada por el portal de empleos Bumeran, compañía con presencia en la Argentina, México, Venezuela y Perú, que ofrece más de 54.000 ofertas y recibe más de 15 millones de visitas por mes.
La empresa reveló las tendencias que se perciben en materia de salarios en los últimos meses y elaboró el estudio en base a datos registrados por los usuarios en su plataforma en octubre. "Tomamos en cuenta las solicitudes que hicieron los candidatos durante el mes pasado, que incluyen áreas de diversas industrias", cuenta Nicolás Coccolo, responsable de Bumeran.
Según el informe, los aumentos salariales pretendidos incrementaron por debajo de los niveles inflacionarios. "Notamos que el sueldo promedio requerido por los postulantes pierde la carrera contra la inflación. Esta situación no es nueva. Hace cuatro años que ocurre, pero en 2019 se acrecentó", analiza Coccolo.
Para cargos junior, el aumento pretendido creció un 8% en el último trimestre y un 36% en los últimos 12 meses. Si se tiene en cuenta que la inflación interanual rozó el 53,5% en septiembre, de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC), se observa que el alza demandada en los sueldos de esta categoría se encuentra 17,5 puntos porcentuales por debajo.
En tanto, para cargos senior, la suba requerida aumentó un 9% en el últimos tres meses y un 41% en el último año, 12,5 puntos por debajo de la inflación interanual.
Finalmente, en el caso de puestos de jefe o supervisor, el aumento en los sueldos pretendidos fue del 10% en los últimos tres meses y un 48% interanual, 5,5 puntos por debajo de la inflación de los últimos 12 meses.
Uno de los motivos que explica este fenómeno es el alto nivel de desocupación y subocupación que existe en la Argentina. "Inferimos que los postulantes piden sueldos más bajos que el crecimiento inflacionario debido a la gran cantidad de personas que se encuentran desocupadas (casi 2,5 millones) y que no trabajan en el mercado formal (otras 2 millones) actualmente en el país", describe el experto, mientras agrega que hay que tener en cuenta que muchos de estos perfiles son aspirantes a una primera experiencia laboral (como sucede en la categoría junior) y otros no se encuentran empleados hoy.
Al respecto, señala que este año el número de avisos en Bumeran se mantuvo en niveles similares a los de años anteriores, aunque incrementó notablemente la búsqueda de ofertas laborales en el sitio: "Creció la carga de CVs en la plataforma, sobre todo en el segundo semestre".
El especialista no se anima a hacer proyecciones en materia de empleo para el año próximo, ya que define a la coyuntura actual como "compleja". No obstante, considera que, en caso de que las condiciones macroeconómicas cambien y se generen más puestos laborales, "posiblemente los salarios estarán en línea con la inflación, logrando un empate con ella". "Hasta entonces, hay una brecha grande entre los que buscan trabajo y la cantidad de ofertas disponibles. Se presenta una oportunidad para generar empleo que debe capitalizarse", añade.
La comparación por género
Si bien es cierto que el salario medio requerido por las mujeres aumentó un 42% en los últimos doce meses, mientras que el de los hombres se acrecentó un 40% (de acuerdo a la investigación en cuestión), esos dos puntos no aplacan la diferencia salarial entre géneros, que se ubica en un 15% más en favor de los hombres. "Aunque el gap se achicó en el último tiempo, sigue existiendo una diferencia considerable que es aún mayor en el top management", explica el ejecutivo de Bumeran.
Las mujeres piden, mayormente, sueldos más bajos que sus compañeros hombres, independientemente de la posición que ocupen y las tareas que desempeñen. Así, si el cotejo por género se desglosa en seniority, se llega a la conclusión de que las mujeres solicitan en puestos junior salarios promedio más bajos que los hombres: ellas piden alrededor de $ 31.869, mientras que ellos piden $ 33.482. Si se consideran las postulaciones a puestos senior, las féminas requieren también salarios más bajos en relación a sus pares masculinos: $ 46.289 versus $ 53.769. Y en puestos de jefe o supervisor, las mujeres piden salarios menores también a los solicitados por los hombres: $ 70.633 contra $ 82.641.
"Los números demuestran que la discrepancia entre los géneros se incrementa a medida que se trata de una mayor jerarquía", asegura Coccolo, al tiempo que destaca que, si bien se logró avanzar en la reducción de la brecha salarial, "todavía resta mucho por hacer para disminuirla".