Tras la devaluación posterior a las PASO se aceleró la suba de precios y se interrumpió el incipiente proceso de desaceleración de la inflación: el IPC de agosto fue de 4%, según publicó ayer el Indec. Con esta suba, en lo que va del año ya acumula un 30% y, a su vez, en la variación interanual llegó a los 54,5%.
Los analistas estimaban que iba a ser más elevada aún y preveían un 4,3%, según el REM, la encuesta que hace el Banco Central entre consultoras. Pero por menor actividad y la eliminación del IVA para algunos productos, fue menor el traslado a precios que en otras devaluaciones.
En el entorno de Hernán Lacunza creen que la inflación podrá ir desacelerándose hacia fin de año y, que en diciembre, estaría en torno al 2%. Según transmitieron, identificaron que el traslado a precios fue un 60% de lo que se registró en septiembre de 2018.
Desde ACM observan "una continuidad en la aceleración de la inflación producto de la todavía baja transmisión a la inflación minorista de la devaluación (en torno al 25%) producto del alicaído nivel de consumo y actividad". Agregaron que "dicha situación podría verse observada en una nueva gran brecha entre la inflación mayorista y minorista a lo largo de los próximos meses".
También en LCG identificaron que "el rezago del traslado de la devaluación a precios en algunos sectores que no pudieron convalidar aumentos sumado a una inercia inflacionaria cada vez más veloz difícilmente permitan reducir los valores por debajo del 3% mensual en los últimos meses del año".
Entre los rubros, el que más se incrementó en agosto fue equipamiento y mantenimiento del hogar, con un 6,1% por el impacto del dólar en los electrodomésticos; seguido por salud, con un 5,2%, por los aumentos en prepagas. Alimentos y bebidas se ubicó en tercer lugar, con un 4,5% pero, dado el peso de este capítulo en el gasto de los hogares, fue el que más incidencia tuvo en el IPC de agosto.
La eliminación del IVA en algunos productos de la canasta básica contuvo en parte algunos precios de los alimentos. "La mayor parte del aumento ocurrió tras la devaluación del 12 de agosto. La reducción del IVA en alimentos contuvo muchos precios, que subieron menos de lo esperado según su comportamiento en devaluaciones previas. Pero en la última semana del mes se notó cierta aceleración", dijeron en Elypsis.
Con las subas de tarifas contenidas en pleno contexto electoral, los precios de los regulados subieron por debajo del índice general, un 2,1%, mientras que los estacionales lo hicieron un 3,9% y, el IPC núcleo, trepó hasta 4,6%. "Una inercia elevada sólo permitió reducir la inflación ´core´ a tasas del 2% mensual cuatro meses después del salto devaluatorio de febrero. El registro de agosto vuelve a igualar al de marzo, pero incluye el ajuste de sólo medio mes. Es probable que este valor sea un piso para el mes que viene", señalaron en LCG.
Según el proyecto de Presupuesto que el Gobierno presentará el próximo lunes en el Congreso, este año terminaría con un IPC de 53% y, el año que viene, bajará 20 puntos para ubicarse en 34%. Al igual que en 2018, las proyecciones marcan que la inflación este año retomará el impulso al alza en agosto, marcará pico en septiembre, y en octubre retornará a niveles previos, en un registro aún elevado.
Desde el Iaraf señalaron que "con una suba del tipo de cambio mayor al 24% luego de las PASO, era lógico que el sendero de desinflación quedara atrás revirtiendo la tendencia a la baja que se venía observando en los últimos meses".
Hacia adelante, la expectativa es de un IPC elevado para septiembre, ya que la devaluación post PASO dejó un arrastre significativo. "Esperamos una aceleración de la inflación el mes que viene, con registro no menor a 6%", pronosticaron en LCG.