Fénix es una firma mendocina que desde 1995 se dedica a la elaboración de pulpas de frutas a partir de cultivos propios.
"Nuestro puré de frutas es 100% natural, no posee conservantes ni azúcar, y es fabricado con materia prima proveniente de las provincias de Mendoza y Río Negro. Los ingredientes son procesados bajo estándares internacionales de calidad, respetando los parámetros de seguridad alimentaria y con tecnología de última generación", afirma Mariano Perón, director de la compañía, que en octubre pasado fue destacada por el presidente Mauricio Macri por su perfil exportador.
Es que la empresa trabaja fuertemente para incrementar sus exportaciones y vende sus productos a 38 países de los cinco continentes. Entre sus clientes, se encuentran grandes empresas de alimentos y bebidas, como Coca-Cola, Danone y Nestlé.
En 2018, fue galardonada con el premio Exportar, un reconocimiento que la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional entrega a organizaciones argentinas que cada año realizan un aporte significativo a la actividad exportadora.
Fénix posee una finca con 450 hectáreas cultivadas y produce 25 toneladas de pulpa anuales. "También realizamos compras a productores de la zona", comenta Perón.
La pyme, con sede en la localidad de General Alvear, es uno de los emprendimientos locales que más gente emplea –da trabajo a 150 personas– y posee dos complejos productivos: uno de cuatro hectáreas y otro de dos.
En este último, elabora desde hace unos meses pouch bajo la marca Zummy. "Se trata de la misma pulpa frutal que comercializamos en tambores de 240 kilos desde siempre, pero ya lista para el consumo individual. El packaging permite que el puré de frutas se conserve de forma natural por 12 meses sin la necesidad de aplicar conservantes, saborizantes o colorantes. El concepto es parecido al del tetra", explica el directivo.
"Su consumo es muy simple: se abre la tapa, se aprieta el envase y se lo ingiere. Se lo puede consumir a temperatura ambiente o frío, así como también guardarlo una vez abierto para finalizarlo más tarde. Además, es cómodo para transportar, no se rompe ni ensucia. Así, evita que la persona tenga que lavar y pelar la fruta", señala Perón.
La intención de la empresa es promover la alimentación saludable y combatir la obesidad. "Zummy resulta ideal para los niños, a quienes muchas veces les cuesta comer frutas y tienden a preferir las harinas. A partir de los 6 meses, ya se puede ingerirlo, ya que viene con una tapa antiahogo", indica.
En este sentido, Perón cuenta que la empresa dio un giro en su modelo de negocios que implicó el rediseño de toda la cadena. "Hoy, contamos con una producción propia que envasamos por nuestra cuenta, y llegamos al consumidor final. Quisimos brindar un valor agregado", asegura.
Los clientes que les compran en el extranjero los tambores de pulpa los utilizan mayoritariamente como materia prima para la fabricación de los pouch. "En la Argentina, no se conoce este producto porque no se elabora a nivel local. Nosotros somos los únicos que lo fabricamos, aunque ahora hay algunas marcas grandes que están tratando de importarlo. En el resto del mundo, en cambio, hay un mercado más desarrollado", dice Perón.
A fines del año pasado, Fenix invirtió u$s 5 millones en maquinaria italiana e infraestructura para crear Zummy. "Al principio, no contábamos con la máquina para envasar pouch. Un cliente nuestro empaquetaba la producción en Chile", asegura.
Los dueños de Fénix buscan hacer crecer la distribución de Zummy, que por el momento solo se consigue en supermercados, mayoristas, almacenes y quioscos de Mendoza, Córdoba y Rosario (Santa Fe). "Estimamos que llegará a Buenos Aires entre marzo y abril de este año. Esperamos también empezar a exportar en breve nuestros pouchs a países de la región", concluye Perón, al tiempo que menciona que la empresa trabaja en el lanzamiento de nuevos sabores.