La fuerte devaluación del peso frente al dólar desde mayo, dos meses antes del inicio en las vacaciones de invierno, incidió en las preferencias de los argentinos a la hora de tomarse un descanso en julio. Y el cierre de la cotización del viernes, cuando rozó los $ 30, pesará más entre quienes se deciden a último momento.
Este año, prevalecen los destinos argentinos frente a los internacionales. Pero además, entre estos últimos, se destaca una mayor importancia de los cercanos, como diversas ciudades de Brasil, frente a otros tradicionales, como Miami y Nueva York, líderes en preferencias el año pasado, según informaron a El Cronista sitios de reservas hoteleras y agencias de viaje.
El sitio de reservas Hoteles.com, por ejemplo, registra cinco destinos argentinos entre los 10 más elegidos para julio, frente a sólo tres locales de 2017.
Este año, Buenos Aires y Bariloche lideran el ranking, frente a la capital argentina y Miami del año pasado.
Pero en general, además de Buenos Aires y Bariloche, Mendoza, Puerto Iguazú y Salta están entre las más elegidas del país para este invierno, según Hoteles.com, Booking.com, Airbnb.com, Almundo, Despegar y Bibam Group (Biblos y Avantrip). También se destacan Ushuaia y El Calafate.
Desde Hoteles.com notaron un alza de los viajes internos. "Bariloche, Mendoza y Salta crecieron cerca del 200% en búsquedas. En cambio Santiago de Chile es menos popular que en 2017. Bajó considerablemente en las búsquedas en general y para estas vacaciones hay un 20% menos", explicaron desde Hoteles.com.
Además de la devaluación, la mayor oferta de vuelos domésticos y de conexiones aéreas también alientan a viajar por el país. "Los argentinos son resistentes y harán que sus vacaciones sucedan de una forma u otra; modifican un poco sus destinos o se quedan menos días. Para vacaciones de invierno, vemos un cambio en el interés de los viajeros por los destinos locales", destacó Marwan Badran, Senior Director & General Manager para Hoteles.com en América Latina.
Desde Bibam Group, aclararon que registraron una pareja demanda para ciudades nacionales y extranjeras, pero porque creció Brasil frente a otros destinos más lejanos. "La diferencia de precio con Brasil no es tan significativa, porque tenemos buenas ofertas. Por eso lidera en el ranking de destinos internacionales este invierno, frente a un 2017 en el que Miami y Nueva York eran los más elegidos. En el caso de grupos familiares, sí se acentúan más los destinos domésticos", explicaron desde Bibam Group.
El tema no es menor. El viernes, el dólar tocó los $ 30, frente a $ 20 de principios de mayo. Como los precios fuera del país cotizan el dólares, al igual que los pasajes aéreos, la diferencia se traslada en forma automática a los precios. Así, mientras a mediados de junio costaban un 40%, frente a fines de abril, con la cotización del viernes se encarecieron casi un 50% frente a dos meses atrás y un 77% más que un año atrás.
Algunas agencias o sitios de reservas que aún mantienen alta la demanda para destinos del exterior, aclaran que en general se debe a que son reservados con mucha mayor antelación que los nacionales.
"Históricamente, en las vacaciones de invierno los destinos nacionales suelen tener mayor volumen de consultas más cerca de la fecha del viaje, mientras que los internacionales se suelen planear con más anticipación", explicó Marcelo Grether, director de Planificación Estratégica de Despegar.
Quienes reservaron con tiempo, antes de mayo, pagaron sus viajes a $ 20 el dólar. Sólo notarán el impacto en los gastos en el destino. "Pero creemos que en estos próximos 15 días, antes de las vacaciones, va a crecer más la demanda de los nacionales. Y para lo que resta del año seguirán también en alza, en detrimento de los internacionales", agregó Grether.
Además de la planificación con tiempo, el Mundial de Rusia también ayuda a mantener cierta demanda en Europa, aclararon desde Almundo. Hay quienes aprovechan para quedarse unos días en el Viejo Continente post Copa del Mundo.
A futuro, nadie anima a hacer un pronóstico certero. Pero en el sector coinciden en que se prevé un mayor crecimiento del turismo interno en detrimento del emisivo; dólar alto e incertidumbre conspiran con la planificación de viajes al exterior.