Por la demora en las aprobaciones para girar pagos al exterior por la falta de dólares, Flybondi tuvo que ajustar su programación tras la advertencia que lanzó el viernes, cuando adelantó que debería suspender vuelos, con un saldo de 1300 pasajeros afectados por día en medio de las vacaciones de verano.
En diálogo con El Cronista, la low cost reconoció que ya canceló 55 operaciones y reprogramó otras 48 que tenía previstas realizar a destinos nacionales e internacionales entre el viernes pasado y el próximo sábado. No descarta que haya más suspensiones en los próximos días, si no se logran agilizar los procedimientos.
"A raíz de la sostenida situación generada, la compañía se encuentra con parte de su flota afectada por falta de pago de arrendamiento y otros servicios. Desde el viernes 12 al sábado 20, ya se cancelaron 55 vuelos entre domésticos e internacionales y 48 tienen demoras y modificaciones en sus horarios", confirmó la aérea, que mantiene conversaciones con las autoridades gubernamentales y alquila todos sus aviones.
La aerolínea asegura que ya fueron notificados los más de 11.000 pasajeros damnificados, a los que se les ofrecen tres opciones: la reubicación en los próximos vuelos disponibles, un voucher de crédito por el monto abonado por su ticket para compras futuras o la devolución del dinero con el mismo método de pago en que se realizó la reserva.
"El viernes, Flybondi informó que debido a las demoras sistemáticas en la aprobación del pago de servicios al exterior por las restricciones pasadas y actuales se está viendo comprometida la capacidad de las aerolíneas para cumplir con los compromisos asumidos con sus pasajeros y proveedores", recordó la empresa, y mencionó que "los nuevos instrumentos financieros para facilitar el pago de deuda no cumplen las expectativas de los proveedores".
En ese sentido, apuntó contra el Bopreal, el bono que lanzó el Gobierno para que importadores suscriban y cancelen deudas contraídas por el cepo con plazos escalonados para acceder a nuevos dólares del Banco Central. El cepo de la anterior gestión acumuló un pasivo por importaciones de bienes y servicios que no pudo ser liquidado y supera los u$s 21.000 millones.
Más del 70% de los costos operativos de las aerolíneas están atados al dólar. "Abarcan aspectos fundamentales como los contratos de leasing de aeronaves, servicios de repuestos y sistemas de aeronavegabilidad, entre otros", detalló la low cost, que manifestó su preocupación ante el delicado escenario: "Buscamos que no se replique con otros proveedores esenciales para la operación que se encuentran en una situación similar por la falta de pago".
"La industria aerocomercial se rige con estándares internacionales de contratación a proveedores, lo que exige un sistema con mayor agilidad para que no impacte en la conectividad de las provincias, la economía argentina y los pasajeros, los principales damnificados", resaltó.
No es la primera vez que Flybondi tiene problemas para girar pagos. En junio, en la antesala de las vacaciones de invierno, 5500 pasajeros se vieron afectados por cambios en 32 vuelos (22 se suspendieron y 10 se reprogramaron). A su vez, en ese entonces, la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) reportó problemas con 60 aviones arrendados por aerolíneas que ofrecen vuelos en la Argentina, teniendo en cuenta que "prácticamente todas las aéreas que operan en el país están complicadas por la escasez de dólares".
Flybondi transportó a más de 9 millones de pasajeros desde que inició su actividad en el país en 2016 durante el gobierno de Mauricio Macri, que, bajo la gestión del entonces ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, dio lugar al ingreso de las low cost a la Argentina. De las 8 millones de personas que usaron por primera vez aerolíneas de bajo costo, la mitad (4 millones) viajaron con ella y el 20% de sus clientes volaron en avión por primera vez.
Propiedad de inversores del exterior encabezados por el fondo estadounidense Cartesian, actualmente tiene un 21% de participación en el mercado doméstico y un 5% del share de las rutas que conectan la Argentina con Brasil. Por mes, transporta alrededor de 350.000 pasajeros.
Con una flota de 15 aviones Boeing 737-800 NG con 189 asientos de única clase, vuela a 18 destinos domésticos (Buenos Aires, Bariloche, Corrientes, Córdoba, Jujuy, Mendoza, Neuquén, Posadas, Iguazú, Salta, Santiago del Estero, Trelew, Tucumán, Puerto Madryn, Mar del Plata, Ushuaia, El Calafate y Comodoro Rivadavia) y a tres destinos de Brasil (Río de Janeiro, San Pablo y Florianópolis).