"La vuelta del servicio puerta a puerta para las compras al exterior será perjudicial tanto para la industria nacional como para el comercio local". Esa es la idea central de un comunicado de prensa que envió la Federación de Comerciantes de Córdoba (Fedecom).
Su titular, Marcelo Stehli, aseguró que la mayor flexibilización (hasta 5 compras al año con topes de US$ 1.000) de las operaciones de e-commerce en el exterior afectarán al empleo local y harían caer aún más el nivel de ventas en los comercios, en caída desde noviembre de 2015. "Deberían aumentarse los controles y las restricciones sobre todo en determinados sectores: indumentaria, calzado, juguetes y hasta alimentos", explicó
Lo extraño que hace poco más de un año Fedecom (miembro del G-6) reclamaba el fin del cepo porque estaba asfixiando a la economía.
Ante esta disyuntiva, surgen algunas cuestiones a tener en cuenta:
- El cepo a la economía no mejoró el nivel de ventas y los datos oficiales no revelan que haya impactado positivamente en los índices generales de empleo. Puede que un sector como las ensambladoras de Tierra del Fuego haya tenido un boom pero el atraso cambiario generado por las restricciones al comercio hizo que se exportarán menos bienes industriales y servicios (call centers, software, maquinaria agrícola están entre los ejemplos). ¿La apertura los mejorará? Es muy difícil que así sea, al menos en el corto plazo. (ver conclusión)
- La apertura de las ventas puerta a puerta permitiría mejorar el acceso a productos a los consumidores. Tanto en variedad como -y sobre todo- en precio: "hay rubros que aún pagando derechos aduaneros del 50% quedarían entre 60 y 70% más baratos que los precios locales", admite Stehli. Pregunta: ¿esto sería una medida de beneficio indirecto al poder de compra de los consumidores?. Dato: Además de usuarios acá los que claramente se beneficiarán son los courriers (Fedex, DHL, etc).
- El reclamo de Fedecom se posa en la oportunidad de la medida: "la modificación de la reglamentación llegaría en un momento poco oportuno ya que en un contexto inflacionario en el que los costos están alza y un mercado que consume menos", explica el comunicado. El dato desnuda la falta de competitividad de la economía local. "La presión impositiva a aumentado bastante en los últimos años, no podemos competir con productos que se subsidian en su país de origen", acota el directivo.
Conclusió
Las discusiones parecen ser bien de fondo y los interrogantes a responder son varios: ¿Los consumidores deben convalidar precios más altos para una industria y comercio ineficientes? ¿La ineficiencia es sólo responsabilidad de los privados o buena parte se debe a políticas de Estado (falta de obras de infraestructura que aumentan costos logísticos, aumento de la presión impositiva, por ejemplo)? ¿Por qué no se sanciona a los empresarios que se aprovechan de los vaivenes de costos y precios para hacer su agosto y se abusan por sus posiciones dominantes?
Si se habilita a mayor cantidad de "minicompras" al exterior caerán las ventas locales, afectando el empleo y la actividad comercial y en pymes. Pero si no se habilitan los usuarios deberán pagar acá hasta 2 o 3 veces más por un mismo producto. "No nos oponemos a la apertura, pero tiene que tener precisión quirúrgica", dice Stehli. Hace 5 años a eso mismo se la llamaba "sintonía fina". Perdimos un lustro discutiendo lo mismo.¿no? (GL)