Antes de que se hablara de meditación, transmutación, constelaciones, levitación y todo el combo de propuestas alternativas actuales, otro medio viene teletransportando a personas desde hace más de 100 años: la radio.
Como una especie en extinción que se resiste a desaparecer, sobrevivió a distintos cambios tecnológicos. Más de uno le pronosticó la muerte.
En los pueblos, la frecuencia radial le permitía a la familia Rigolanti saber que su hijo llegaba en el tren de las 9. Mientras que en las ciudades cada vez más FM buscaban difundir noticias al modo de una AM tradicional. Y en medio de tanta transmutación que dejó obsoletas ciertas tecnologías, ella subsiste. Firme. A través del tiempo.
“Cuando uno escucha una canción que le toca el corazón, inmediatamente se transporta a una situación puntual. Entonces te acordás dónde estabas, con quién, qué llevabas puesto y hasta qué estabas tomando en ese momento exacto. Ese es el poder que tiene la música. Casi te diría que es magia”, cuenta Paul Guzmán, un reconocido locutor, con más de 30 años de trayectoria.
Sería complicado resumir su currículum en pocas palabras pero haremos el esfuerzo: conduce además un programa matutino en Orfeo FM, es productor de espectáculos en el complejo El Norte, coordina las boleterías del interior de Cosquín Rock (para el festival también dedica su tarea institucional) y tiene un estudio de grabación en su casa. También se encuentra en tratativas para desarrollar un nuevo proyecto con Gente Radiovisión, la emisora que la revista Gente lanzó en Buenos Aires.
Con todo este bagaje, cuando le tocó abrir su propia radio en Río Segundo, se podría decir que armó su emisora ideal. Junto con Judith Ludueña, la FM Estilo (106.9) tiene su fuerte en el acompañamiento musical.
“La mayoría de los que laburamos en radio amamos hablar. Sin embargo, a veces, el silencio dice mucho más que las palabras. Eso es a lo que aposté”.
En su emisora no se escuchan voces dando demasiada información o hablando todo el tiempo. Sí una selección de canciones que acompaña y tiene poder teletransportador.
“Siempre quise tener una radio de ese estilo en Río Segundo. Que acompañe y que tenga calidad artística en las voces estructurales. Un producto prolijo y que suene bien. No quise atormentar el oído del oyente”.
Lejos de la grieta
Además de compañía, su radio ofrece una selección musical que refleja su gusto pero también los hits del momento “para que todo el mundo se prenda”.
En diálogo con InfoNegocios, Paul confiesa: “Me he decepcionado de los medios tradicionales en todos estos años que llevo trabajando. En las emisoras AM o los informativos, la grieta ayuda a generar opiniones y repercusiones en redes. Pero hay una gran cantidad de público que busca buena música y compañía”.
“Al no generar polémica, no recibo mensajes subliminales al aire. Las críticas que recibo son constructivas. Y la mayoría de la gente que llama es para pedir un tema o para contarte que a esa canción la escuchó en el boliche La Abuela”, cuenta el locutor en relación a la disco que funcionó en los noventa en Río Segundo.
–En tiempos de youtube ¿todavía hay gente que llama para pedirte un tema?
–Sí, porque muchas personas se levantan a las 7 y ponen el programa. Se levantan conmigo. Y s quieren escuchar un tema no van a entrar a youtube o Spotify. Siento que los voy acompañando en los distintos momentos: en el trabajo, en los que estudian. De acuerdo con los momentos vamos eligiendo la música. En los días grises acompañamos también con el tono de voz o los temas que elegimos.
–¿Te consideras profeta en tu tierra?
–Lo noto en la calle cuando la respuesta en los lugares cuando ves que la gente la escucha o cuando te critican el producto, con buenas intenciones. Entonces me pone muy contento. Ahí es cuando uno empieza a experimentar con cosas que a lo mejor en los medios grandes no nos animaríamos. Uno va probando y, si funciona, lo traslada a las grandes cuidades como Córdoba y Buenos Aires.
–¿Cómo te llevas con las plataformas digitales?
–Las nuevas generaciones nos exigen adaptarnos. Empecé a grabar podcast con la historia del rock con entrevistas a sus protagonistas. El primer capítulo cuenta sobre los orígenes de Sumo y también hice algunos con Estelares y la Delio Valdez. Si tuviera tiempo, le dedicaría más energía a ese proyecto.
Con el diario del lunes
Paul reconoce que lleva el arte en sus genes: su madre era pianista y su abuelo bandoneonista. Sabe que seguirá soñando y concretando proyectos. “Tengo como varias cosas que voy haciendo a la vez. Una vez que voy cumpliendo, me meto en otro quilombo”.
Cuando se le consulta cuál es la clave para subsistir en el mundo de los medios de comunicación, nos sorprende: “Cuando pierdo la humildad, trato de irme de donde estoy. Creo que siempre tuve un alma cooperativista y pienso que los mejores resultados se dan en equipo. La exposición no me gusta, esa relación de amor y odio con el público me hace mal y trato de cuidarme. A veces hay que bajar la cabeza”.