Las Letras siguen brindando rendimientos por encima de la inflación esperada (en torno al 32% anual para el 2018 de acuerdo a las últimas expectativas de mercado) y son de acceso a todo tipo de inversores. Estas características, su sencillez y la posibilidad de comprarlas o venderlas todos los días la mantienen al tope de los portafolios de inversión.
¿Qué son las Lebacs?
Las Letras del Banco Central (Lebac) son títulos de deuda de corto plazo que licita el Banco Central de la República Argentina (BCRA) el tercer martes de cada mes, con un pago total y único al vencimiento y cuyo rendimiento resulta de una tasa de descuento implícita en relación a la cantidad de días que se mantenga la inversión (esto da como resultado una tasa de interés implícita que se traduce en la rentabilidad del inversor).
Pueden comprarse a plazos que varían entre los 35 y 126 días y permiten la operatoria diaria.
¿Cómo funcionan?
El BCRA publica mensualmente llamados a licitación, el tercer martes de cada mes, en donde ofrece al público inversor la posibilidad de comprar Lebacs en el mercado primario a través de una subasta pública, obteniendo los resultados de adjudicación en donde se detallan el precio e interés de cada uno de los plazos ofrecidos.
Su funcionamiento, en la práctica, es similar al de un plazo fijo: inversión de corto plazo, con una tasa de interés definida y a cobrar al momento del vencimiento. Su principal ventaja operativa en comparación al plazo fijo (aparte de la diferencia de tasa y mejor rendimiento) radica en que puede recuperarse la inversión antes de la fecha de vencimiento, no perdiendo los intereses devengados durante los días que se tuvo la Lebac en tenencia, esto es, que si a los 20 días necesito recuperar el dinero puedo hacerlo sin ningún problema, gran ventaja con respecto a un plazo fijo que es prácticamente indesarmable.