Decir que un mandatario se sentará en el sillón de Rivadavia sería incorrecto ya que, según coinciden los historiadores, el "primer Presidente" de la Argentina se llevó todos los muebles cuando renunció.
El reconocido historiador e hijo de Vicente López y Planes, Vicente Fidel López, sostiene que "hasta la casa de gobierno había quedado desmantelada y sin menaje: sus piezas estaban reducidas a paredes desnudas y deterioradas; pues resultaba que todo el mueblaje, hasta el del despacho presidencial traído de Europa, era de propiedad del señor Rivadavia; y que, antes de dejar el poder, conociendo la insolvencia del nuevo gabinete para abonarle su valor, lo había trasladado todo a su nueva habitación".
Lo cierto es que, además del paradero del primer sillón que se desconoce, el título de "sillón de Rivadavia" es cuestionado por algunos sectores cuando se quieren referir al mueble que portó el primer presidente de la Argentina.
El Congreso argentino nombró a Bernardino Rivadavia como "primer jefe de estado de la República Argentina" y duró en ese cargo un poco más de un año de 1926 a 1927 cuando asume su par, Justo José de Urquiza.
Los cierto es que todos los muebles que conformaban el despacho presidencial de Rivadavia fue traído especialmente de Europa.
Cuando su partida fue inminente, decidió realizar una gran mudanza y dejar al despacho vacío con la clara intención de que su sucesor tuviera un problemático inicio de funciones.