Los argentinos no podemos imaginar la vida cotidiana sin el bidé (o bidet), al contrario de algunas culturas donde el noble artefacto está en franca extinción. Y no es que en otros países la gente no sea pulcra, sino que para ahorrar metros cuadrados y optimizar el espacio se han desarrollado otras alternativas, por ejemplo, esconder un duchador móvil dentro del inodoro. Esa opción acá nunca prosperó. Quizá porque a nadie le agrada la idea de lavarse y que el agua usada caiga sobre el mismo adminículo que luego expulsa el líquido hacia arriba… ¿se entiende?
Inspirados en los originalísimos sanitarios que desde hace años fabrican los países asiáticos y que vienen hasta con música incorporada, la firma alemana Duravit apostó al ingenio de Philippe Starck para superar esas propuestas y elevar el bidet a la categoría de trono. Así fue como hace un par de años lanzaron un asiento para inodoro con lavado, el modelo SensoWash, ahora disponible en la Argentina. La pieza es digna de museo (otra que el mingitorio de Duchamp) y cuenta con tecnología de punta aplicada a la higiene de las partes inferiores del cuerpo. Se trata de un asiento con tapa de plástico blanco aplicable sobre inodoros de pie y voladizos, con luces de leed integradas que iluminan constantemente el hueco del inodoro, ideal para los que se desorientan de noche. La función de bidé está resuelta mediante un caño de acero inoxidable que vierte el agua permitiendo tres clases de lavado: uno general, otro a “fondo” y el lavado femenino, con un chorro de agua pensado para acompañar la anatomía de la mujer. Para cambiar la posición del caño basta con pulsar una tecla porque, la temperatura, la cantidad de agua, la calefacción del plato y la posición de los jets de ventilación (sí, uno puede secarse con toalla o con el aire caliente) se regulan al gusto del usuario gracias a un control remoto. Incluso la tapa se levanta accionando el control, que también admite guardar en la memoria las funciones preferidas de los habitantes de la casa. Y todo, incluido el caño y los jets, se limpia automáticamente antes y después de cada uso, aunque por las dudas el caño de acero inoxidable posee propiedades antimicrobianas, igual que el asiento, fácilmente desmontable en caso de un aseo profundo.
En cuanto a su apariencia, es bastante simple: líneas rectas y una ligera curva en el remate. Y es tan completo que incluye una función capaz de bloquear el sanitario para evitar que los niños suban o metan la mano. En la actualidad Duravit amplió la línea diseñada por Starck ofreciendo al público cerca 17 modelos de inodoros estilo “2x1”. En la Argentina lo importa la firma Move, y su costo ronda los 2500 dólares (a la fecha), y hay que encargarlo con tiempo, por razones de público conocimiento. Solo falta la pila de revistas al lado….
Tomá asiento
(Por Marina Gambier) Una nueva generación de bidés con calefacción, ventilación y luces de leed incorporadas supera al clásico artefacto sanitario inventado hace siglos en Francia. En la Argentina ya se consigue el modelo SensoWash diseñado por Philippe Starck para la firma Duravit. Solo falta la pila de revistas…