¿Cómo empezó Porota Vida?
Porota nace de la necesidad de poder pensar un arquetipo de persona envejeciente que ante diferentes hechos de la vida eligió reinventarse. Porota es una mujer de 65 años, pensionada y jubilada nacional, que, tras la ida de sus hijos de la casa, y la muerte de su marido halla dos caminos para afrontar la vida: sumirse en la soledad y la depresión o reinventarse. Ella elige reinventarse.
Me hallé en la necesidad de ponerle nombre a miles de casos de mujeres y hombres que en la etapa de la vejez hallaron una oportunidad para descubrir algo que les era bien suyo, bien genuino: su potencia, su vitalidad, su pasión, esa confianza que aflora cuando nos encontramos con organizaciones, instituciones o relatos que desafían la cultura y la mirada vigente. Y sobre todo cuando nos animamos a interpelar lo que una determinada cosmovisión determina que hemos de ser. En una cultura que venera hasta la obscenidad a la juventud, envejecer da miedo y cuesta conectar con esa etapa.
Si desarmamos la mirada vigente y comprendemos que el envejecimiento es un proceso, que vivir es envejecer y envejecer es vivir, seguramente abrazar las arrugas no nos resultará tan traumático.
¿Vamos camino a una sociedad envejecida?
Está comprobado que la mayoría de los niños que nacieron después del 2000 van a llegar a vivir cien años. En este contexto, es necesario preguntarnos ¿de qué modo queremos vivir, de qué modo queremos envejecer? Es un tema que debe necesariamente comenzar a ocupar un espacio relevante en la agenda pública.
En los Estados miembros de la OEA cuentan con la Convención Interamericana sobre la protección de los derechos humanos de las personas mayores. La convención se aprobó en 2015 y el pasado 31 de mayo Argentina adhirió a este documento.
Que hoy exista una Convención denota cuan estigmatizada y relegada se halla una etapa estratégica de la vida de las personas. Y, sobre todo, desnuda el mal trato y desdibujamiento de los adultos mayores en una cultura que mide su valor en función del nivel de producción. El envejecimiento es parte inherente de la vida. Con lo cual, este no es un tema solo de viejos.
Pensarme como una persona envejeciente me ayudará a desarrollar mi capacidad empática y a comprender que todo aquello que hago, pienso y digo sobre la vejez en algún momento, si tengo suerte de vivir para contarlo, también me sucederá a mí.
¿Dónde encontramos a Porota?
Está en Instagram, Facebook, YouTube, la encontrás como Porota Vida. También tiene su propia página web (ver aquí www.porotavida.com). Todos los viernes publica sus reflexiones en el diario Hoy Día Córdoba y un miércoles al mes sale la versión ilustrada, también en el Hoy Día Córdoba. Los ilustradores interpretan de manera libre sus textos reflejando el mensaje a través de dibujos. Entre otros ilustradores han participado de la invitación de Porota: Martín Eschoyez, Jopi, Eduardo Hennings, Nicolás Lepka, Iván Ziga y Kiki Viale.
Muchos medios sobre todo radiales, se han interesado por el proyecto de Porota y es así que tiene su espacio en: Radio Nacional, Radio Mitre y Grupo Shopping.
¿Cómo se sostiene el proyecto?
Porota y el Club de la Porota son dos marcas registradas de un proyecto de comunicación reflexiva que tiene apenas un año. Ha crecido de manera exponencial y estamos aprendiendo y sosteniendo el proceso de aprendizaje propio de cualquier emprendimiento. Somos un grupo de siete personas que trabajamos en otros espacios y que, además, sostenemos a Porota. Un grupo de personas formada con una mirada gerontológica coherente al Paradigma de vejez digna, activa y de derechos. O sea, coherente con la mirada de la vejez que promueve la Convención Interamericana de Derecho de las Personas Mayores. Los recursos de Porota alcanzan para invertir en producciones audiovisuales, gestión de redes y logística pero aún no es un proyecto que se auto sustente. Lo financiamos con otros ingresos.
¿Cómo miramos los medios y la sociedad a los ancianos?
Para desprejuiciar una cultura de la mirada sesgada y "viejista" primero debemos trabajar con las nociones de vejez que nos habitan y que inconscientemente reproducimos. Para desmitificar el envejecimiento, en una cultura que venera e idealiza la juventud, primero hemos de preguntarnos, qué imagen de ser humano estamos proyectando con nuestras acciones, omisiones, deseos, palabras, miradas, en definitiva, en el hacer diario.
Los medios y los periodistas tenemos un gran desafío en este sentido. Primero hemos de amigarnos con la palabra viejo, vieja o vejez. Palabras tan estigmatizadas que las negamos al punto de cometer verdaderas imprudencias en el uso del lenguaje como, por ejemplo: "Jubilado muere...", "abuela atropellada...". Los viejos en los medios no son personas, son un rol: jubilado/a o abuelo/a. Aparecen absolutamente desdibujados de su condición de personas, de hombre y mujer.
¿Cómo ha sido emprender y equilibrar la vida de mujer, profesional y madre?
No es fácil. Para nada. Vivo en un permanente intento de equilibrio. Maternar y envejecer son dos acciones que me interpelan todo el tiempo. Son mis grandes tópicos "maestros". ¿Cómo combinar la crianza de cuatro niños con el trabajo? no es nada sencillo. Las energías son diferentes. Por la mañana de tacos altos, por la tarde de Crocs y calzas. Tuve que aprender a pedir ayuda y a recibir ayuda. Nada de todo lo que hago es posible sin red, sin equipo y sobre todo sin una fluida y constante comunicación. Nada de lo que hago es posible si no aprendo a revisar mis acciones y a responsabilizarme por ellas.
Requiere de un trabajo intenso y genuino con mi misma. Detrás de Porota hay un equipo. Detrás de mi maternidad hay una familia, un compañero, un círculo de mujeres, una escuela, una vecindad que acompaña y sostiene. Es muy importante aprender a convivir con los demás desde el cuidado de unos con otros. Hay una realidad que será inexorable, cada vez vamos a vivir más años, comprender que nos necesitamos unos con otros para envejecer es vital. Debemos aprender a necesitar de los demás con autonomía. A comprender que somos complemento no un fin en sí mismo.
¿Hay temas que en la vejez que no se hablan o son tabú?
¡Uy! muchos. La sexualidad y la diversidad sexual es un temón. Parece que el envejecimiento viene de la mano de la pérdida de mi condición como persona sexuada. Soy vieja y ya no puedo desear a otra persona, tener fantasías sexuales o enamorarme incluso, hasta de una persona de mí mismo sexo. Sobre todo, es una realidad que a las generaciones más jóvenes les cuesta asumir. Somos sexuados desde el momento en que nacemos hasta el que morimos. Necesitamos ser tocados, abrazados, besados en todas las etapas de la vida.
Sol además lideró la puesta en marcha del área de comunicación de la Caja de Jubilaciones de Córdoba. Dirigió el Espacio Socio Cultural y Recreativo para Adultos Mayores, Arturo Illia.
Actualmente forma parte del equipo de prensa y comunicación del Ministerio de Finanzas de Córdoba y colabora en el diseño de un plan provincial para adultos mayores junto al Ministerio de Desarrollo de la Provincia.