Los límites y el autocontrol por parte de los padres a sus hijos no es noticia de hoy. Nostálgicos eran aquellos tiempos donde el límite pasaba hasta qué o cuántas horas podíamos estar enfrente de la TV, algo que, con el pasar de los años, ha ido virando hacia otras pantallas: los smartphones, la computadora o la tablet.
Y con una pandemia encima que mantuvo incautos a los más hiperactivos, desde la ONG Chicos.net lanzaron este portal donde analizan de la mano de expertos como ha pegado la pandemia en la salud física y mental de los más peques y como afecta la tecnología en la rutina diaria de niños y adolescentes.
“Infancias y adolescencias están creciendo en un mundo cada vez más digital. Esta realidad exige comprender sus necesidades para poder acompañarlos/as y fortalecerlos/as a fin de que puedan desarrollarse plenamente en una sociedad en constante transformación”, afirma Mariela Reiman, directora de Chicos.net y asegura que el nuevo laboratorio de la ONG “permite darles la voz como punto de partida para el desarrollo de nuevas iniciativas y programas en los que la tecnología pueda constituirse como agente de inclusión y no de exclusión, colaborando hacia una sociedad más equitativa”.
Por su parte, Andrea Urbas, directora de la organización, menciona que "la concreción de Chicos.net Lab es el termómetro que necesitamos para comprender mejor cómo acompañar a les niñes, adolescentes y jóvenes de acuerdo a su contexto y habilidades digitales, para ampliar sus oportunidades y derechos".
En ese marco, el “termómetro” digital fue realizado en conjunto con la consultora Youniversal, con una serie de entrevistas a adolescentes de 13 a 18 años para catalogar en primera instancia como se complemente la hiperconectividad con el desarrollo propio del ser humano en esa etapa.
¿Los resultados? La autorregulación por parte de los jóvenes, que buscaron “dosificar” el uso de los dispositivos dentro de los hogares. En este sentido, una de las adolescentes que participó del estudio destacó la autorregulación que lograron: “el control me lo puse yo, porque el año pasado me pasaba todo el día frente a la pantalla… todos en mi casa estamos afectados al uso de la tecnología para estudiar o trabajar. Pero este año estamos mejor organizados”.
“Notamos que surgió la necesidad de autocontrolarse, de no excederse. El gran cambio versus el año pasado fue precisamente la conciencia de tomar el control de cuánto estar con los dispositivos, ya que la mayor conexión a clases y la imposibilidad de juntarse físicamente con sus pares les agregó varias horas por día de pantalla y cansancio”, afirmó Marcela Czarny, directora de Chicos.net y resaltó la importancia de esta autorregulación ya que “tiene que ver con la autonomía, el poder de discernir, decidir sobre la vida de uno, y ganarle a la tracción que proponen las apps y redes sociales”.
El sondeo mostró que muchas veces, la búsqueda de desconexión es sugerida por los propios padres y madres, preocupados por los efectos del exceso de tecnología en la vida de sus hijos y en su salud emocional. Para ello, les proponen realizar actividades de esparcimiento offline (desde tocar guitarra, cantar, bailar, cocinar, pintar), y otras que sí incluyen la tecnología pero no en “modo productivo” como sucede con la escuela, sino como recreos mentales y físicos que divierten y descomprimen la rutina.
“La explosión de la pandemia trajo un desborde con respecto a la cantidad de horas frente a la pantalla, que luego se fue autorregulando”, describe Marcela y agrega: “Estos controles parecen estar ya internalizados en la segunda ola. Y si no están del todo internalizados, por lo menos hay una conciencia del exceso que puede haber cuando no hay un límite, un apagar los dispositivos por un rato, aunque sea”.
Sin embargo, algunos chicos y chicas reconocen que igual necesitan la mirada del adulto. “Yo me controlo, pero mi vieja también está presente. Me dice que se va a acostar, que en un rato apague y yo lo hago. Pero si apago en un rato más largo, sé que me estoy pasando, y si tengo que terminar algo, lo término”, cuenta otro joven de 16 años.