En las próximas elecciones del 22 de octubre se votará a presidente y vice presidente. Aunque probablemente ese día no se definirá quién será el nuevo mandatario si hubiera un balotaje. Lo que sí sabemos con certeza es que en esta votación se definirá la conformación del Congreso de la Nación. En relación a este punto, la provincia de Córdoba renovará 9 diputados.
Tendremos 5 opciones, entre ellas la de Hacemos por Nuestro País, liderada por Juan Schiaretti. En el segundo lugar de su lista de diputados encontramos a la responsable de la transformación digital de la Municipalidad de Córdoba, Alejandra Torres. En plena campaña y con la expectativa de que los cordobeses la validen con su voto, le hicimos una entrevista para InfoNegocios.
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¿Por qué votar a Alejandra Torres?
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En estas elecciones la atención está centrada en dilucidar quién será nuestro próximo presidente. Pero no es de menor importancia definir quiénes serán nuestros próximos diputados. Frecuentemente vemos y sufrimos las consecuencias de que acceda como legislador gente con poca preparación y compromiso. Temas importantes y complejos son tratados con liviandad o sosteniendo argumentaciones oportunistas y equivocadas. O, peor aún, las votaciones se definen en función de legisladores que no están presente porque viajaron al exterior. Esta degradación institucional siempre es mala. Pero será crucial frente a los desafíos que tenemos por delante. Independientemente de quien sea el próximo presidente, el Congreso tendrá enormes responsabilidades. Por eso es fundamental que ingrese gente técnicamente preparada, con experiencia y comprometida con el rol que tienen que cumplir.
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¿Cuáles son las principales medidas que propondrás en caso de llegar al Congreso?
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Son varias. Por el momento crítico que transita la Argentina es prioritario ordenar el sector público. Asumo como una responsabilidad central que tendremos los diputados aportar el marco normativo para superar los crónicos déficit financieros y de gestión que adolece el sector público. Me parece voluntarista suponer que cambiando el régimen monetario (aun en el caso más extremos de la dolarización) de manera automática y espontánea el Estado se equilibra. Estoy convencida que estas simplificaciones, en la que cae por ignorancia u oportunismo muchos políticos y economistas, nos van a llevar a otra nueva frustración. En los debates de candidatos a presidente esto quedó demostrado. Cuando Schiaretti le señaló a Milei la incoherencia de proponer desde la Nación vouchers educativos, siendo que la educación básica es una función provincial, se demostró el nivel de desconocimiento de cómo funciona el Estado. Publicar fotos con una motosierra en la mano es atractivo para seducir a la gente, pero no vamos a salir de la situación crítica en que estamos si no tenemos claro cómo hacer para establecer una nueva organización del Estado. Se simplifican las razones por las cuales el Estado es crónicamente deficitario e ineficiente. Es una ingenuidad asumir que porque el Banco Central deje de emitir para financiar el déficit, inmediatamente el Estado corregirá su natural propensión a gastar por encima de sus ingresos. Un replanteo de la organización del Estado lleva a considerar temas técnica y políticamente muy complejos. Como las superposiciones de funciones entre Nación, Provincia y Municipio, el ordenamiento del sistema tributario, los déficits de las empresas Públicas, los subsidios a los servicios públicos, la coparticipación y el sistema previsional, por mencionar los más importantes. Para abordar estos temas no alcanza con los slogans, se necesitan diputados con conocimientos y experiencia en la gestión pública.
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¿Esto alcanza para salir del estancamiento?
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El ordenamiento del Estado es un paso imprescindible para generar las condiciones que estimulen la inversión, la producción y la generación de empleos de calidad. Por ejemplo, el ordenamiento tributario tiene que contemplar la eliminación de las retenciones. Esto es fiscalmente viable y tiene asociado impactos muy positivos sobre la producción agropecuaria. Pero hay muchas otras áreas donde el Congreso tiene que impulsar transformaciones. Una de ellas es la adaptación de las instituciones laborales. En el medio de una revolución tecnológica tenemos normas laborales petrificadas desde hace décadas. Estoy convencida que trabajando con profesionalismo y seriedad desde el Congreso podremos aportar las herramientas legales para que la Argentina salga de la decadencia.
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¿Cuán extrapolable es el modelo Córdoba al nivel nacional?
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Las escalas son diferentes, pero los principios generales y la orientación de las transformaciones son similares. Por ejemplo, tenemos que apostar a potenciar a nuestro sector innovador y tecnológico. Promover el desarrollo emprendedor como lo venimos haciendo en Córdoba. Hemos creado un modelo que en la región y el mundo es reconocido. Pienso que es hora de llevarlo a nivel país. En Córdoba fuimos capaces de avanzar en la eliminación de superposición de impuestos con la creación del Monotributo Unificado. Esta experiencia fue muy exitosa al punto que varias provincias la están imitando. Muestra una senda a seguir en la cual el Congreso tiene que hacer aportes fundamentales. Tanto en la Provincia como en la Municipalidad de Córdoba durante los últimos 4 años hay muchos ejemplos que demuestran que es posible generar cambios. No es solo cuestión de tener esperanza. Se necesitan convicciones y conocimientos. Creo que nosotros cumplimos con ambos requisitos. No solo por lo que decimos, sino por lo que venimos haciendo desde hace mucho tiempo con resultados probados.
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¿Desde el Congreso se puede aportar a la modernización del Estado?
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Sin dudas que sí. En mi experiencia de transformación del Estado encontré que hay muchas barreras que operan en favor del inmovilismo que son las que sostienen formas de funcionamiento obsoletas. Una de ellas es la falta de adecuación de las leyes. Junto con mi equipo estamos en condiciones de aportar desde el Congreso los instrumentos legales que impulsen la modernización del Estado a los fines de mejorar la calidad de la gestión pública. Quiero ser enfática en un punto. Ni dolarización ni ningún régimen monetario por bien diseñado que sea te garantiza que el Estado deje de ser deficitario. Para que el sector público sea financieramente sostenible hay que cambiar su organización. Como quedó explícito en los debates presidenciales, esto es lo más complicado y desafiante, y se evidenció que muchos eluden abordar el tema. Schiaretti demostró que nosotros no solo consideramos que transformar el Estado es una prioridad, sino que podemos demostrar que tenemos ideas y capacidad para hacerlo.
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Hemos escuchado tu sensibilidad por el tema que sufren las familias de personas con discapacidad, a la hora de acceder a los servicios y gestionar trámites. ¿Qué propondrías al respecto?
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Me genera mucho dolor e impotencia la falta de humanidad y sentido común en los procesos de acceso a los servicios para las personas que tienen algún grado de discapacidad. No solo para ellos, sino también para su entorno familiar. Tengo ideas para mejorar la legislación que regula el tema. Como ocurre en otras áreas, el problema no es de falta de recursos sino la mala organización. Me comprometo a impulsar normas que eviten que las familias sigan boyando de una ventanilla a otra para buscar soluciones a esta problemática.
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En la gestión municipal que llevás adelante, has trabajado de la mano del sector privado, junto a los emprendedores. Reviviste el Club de emprendedores municipal, y eso es un hito. Además, asumiste la presidencia de la incubadora de empresas FIDE, que se consolidó y potenció sus programas desde tu ingreso. Contanos, ¿pensás llevar al Congreso alguna propuesta para ellos?
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Fue una experiencia extremadamente gratificante. Me entusiasma mucho que, desde otro ámbito como es el Congreso de la Nación, pueda darle continuidad a este tipo de iniciativas. Ya estamos pensado en ideas que podemos plasmar en normas que contribuyan a potenciar el trabajo de los emprendedores y pymes, acompañarlos a escalar sus proyectos y fundamentalmente promover su rol como generadores de trabajo genuino y de calidad”.
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Para cerrar, ¿por qué los cordobeses deberían votarte?
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Creo que todo lo que logré mejorando la gestión pública y mi experiencia en el sector privado, avalan mi capacidad. Pero no es por ello solamente que deben votarme (se ríe). Además de mis antecedentes, tengo la fuerte convicción de la salida es involucrarse y no (como lamentablemente muchos plantean) Ezeiza. Mi pedido a que me voten lo fundo en que estoy preparada y comprometida con la meta de sacar a la Argentina de la decadencia. Pero además te agrego una razón más personal y egoísta. Quiero que mis hijos y nietas no se vayan del país, y quiero que puedan crecer y vivir tranquilos. Para lograrlo aspiro a aportar desde el Congreso leyes que permitan construir una sociedad con valores, con trabajo, con inclusión y con respetos a los derechos de los otros. Ese es mi propósito, esa es mi causa. Creo que a más de una abuela como yo le gustaría poder hacer algo para que nuestro país sea el mejor lugar para que vivan nuestros nietos. Poder seguir juntos, sin la necesidad de buscar mejores oportunidades afuera. Es un tema que me tocó de cerca porque en el municipio trabajo con la población migrante que vive en la Córdoba. Me estremecen los relatos de quienes tuvieron que migrar para salvarse de la violencia, inseguridad, inestabilidad, pobreza. La gente tiene muchos motivos para estar angustiada, enojada y escéptica. Es difícil pedirle a la gente un voto racional cuando en el medio de una tremenda crisis se publican fotos de un político en un yate en el Mediterráneo. Pero me permito pedirles el voto no solo por mis antecedentes sino también por mi compromiso a seguir poniendo todas mis fuerzas, esta vez desde el Congreso de la Nación, para que tengamos un país mejor. Sé que lo haré con mucha pasión, profesionalismo, responsabilidad y dedicación.