¿Quién es Laura Romano?
Una Piba del interior, de Carmen de Areco. Hermana de 3 varones. Hija de padre comerciante y mamá docente, jubilada. Nunca me faltó nada, pero tampoco me sobró. Siendo 4 no era nada fácil.
Ellos me enseñaron la cultura del trabajo y la importancia de estudiar. Se esforzaron para que pudiera venirme a Buenos Aires a cursar una carrera universitaria. La carrera que quería, que no estaba en Lujan, donde muchos van a estudiar. Es más cerca y económico.
Soy muy extrovertida, súper demostrativa y hasta cursi muchas veces.
Transparente, no la puedo “caretear”, a veces hablo sin filtro, sin pensar y después me arrepiento; mi mamá diría “¡sos una mal hablada!”. Lo estoy trabajando.
Exagerada. Cuento historias y le meto IVA, Ingresos Brutos y algo más.
Me encanta reírme, amo tentarme y llorar de risa por pavadas. La tengo muy fácil y las lágrimas aún más; muchas veces lloro y me doy cuenta que no da y me río a la vez. Si una película no me hace llorar es porque es muy, muy mala. Doble “muy”, si es mala lloro igual.
Aunque hago miles de cosas, en mi ser, soy una morsa: si fuera por mí, estaría durmiendo todo el día. Tengo fotos en ese estado en todo tipo de situaciones y lugares. ¡Me pueden poner un balde de sombrero que ni me entero!
Si algo me duele un poco, al ser exagerada, lo siento todavía más. Cuando estaba embarazada, Mati decía “vamos a la guardia” y, si accedía, era porque realmente estaba mal. Hoy lo sigue haciendo.
Charlatana y muy sociable, tengo problemas porque me hago amigos nuevos todo el tiempo, aunque mi grupo de Carmen de Areco tiene prioridad. Nos conocemos desde el jardín. ¡Son una parte mía!
Soy muy colgada, respondiendo mensajes por Whatsapp sobre todo; cuando tengo muchos, me desentiendo del teléfono y los contesto al otro día o hasta incluso más (si son notas de voz, peor).
En mi nuevo rol de madre me veo muy relajada. Creo que uno como mamá es como es en la vida y no soy para nada enroscada. Por último, cargosamente cariñosa.
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