Reconozcámoslo: pocas prendas resultan tan difíciles como los pantalones pirata. Inmersos ya en el buen tiempo, los básicos en los que pensamos pasan por las bermudas, los culotte y los shorts. Son los pantalones que acostumbramos a meter en la maleta de vacaciones junto a las faldas. Sin embargo, los piratas no suelen formar parte de la ecuación: su complicado corte por debajo de la rodilla resulta poco favorecedor, además de complejo de combinar.
Ninguno de estos impedimentos importa. Y es que las tendencias dictan que los pantalones pirata se conviertan en una especie de uniforme de verano, al nivel por ejemplo de unos mom jeans. Igual de cómodos y versátiles si atendemos, por ejemplo, a propuestas como la de Michael Kors. El diseñador norteamericano los ha incluido en su colección de primavera verano como una forma de actualizar la sastrería. Podemos imaginar un blazer en guipur o una chaqueta en color blanco: todos los trajes vienen acompañados por una parte inferior con este corte específico.
La idea de total look soluciona la papeleta a la hora de saber cómo llevarlos. Un truco de estilismo que también encontramos en Chanel. Como fan absoluta de la moda de los años 80, su directora creativa, Virginie Viard, vuelve a los pantalones que ya introdujo la maison en primavera de 2019. Para este año, la apuesta pasa por unos en negro rematados en dorado, un gesto que repite a lo largo de chaquetas de patrones relajados con bolsillos a la cintura.
Los pantalones pirata también pueden encontrarse entre firmas como Supriya Leele o Acne Studios, en versiones de líneas menos clásicas. Si la primera añade un poco de vuelo al bajo, la segunda los hace asimétricos y añade, además, una suerte de cadena a la altura de cadena. En ambos casos, el sujetador a la vista y los tops y camisas con transparencias son una fórmula infalible a la hora de combinarlos. ¿Con qué calzado puede llevarse esta prenda que en su día también fue la favorita de celebridades como Marilyn Monroe? Los zapatos abiertos con un poco de tacón parecen la mejor elección para equilibrar su difícil corte. Se puede llevar por ejemplo, con mules en color blanco o con sandalias de tiras. Las flatforms son una apuesta segura para añadir altura a la pierna, en colores neutros como el beige o el negro.
La línea entre los pantalones pirata y los capri resulta difusa. Centímetros de tela arriba o abajo, generalmente los pirata suelen ser más cortos y representan una inversión que formó parte del fondo de armario de estrellas como Brigitte Bardot o Brigitte Bardot. Ambos fueron los más comunes en el guardarropa de los años 50 y 60, combinados, cómo no, con un buen par de bailarinas como las Capezio de Hepburn o unos mules de tacón. Influidos por la estética deportiva, estos pantalones también se convirtieron en parte del uniforme de los años 80, en formato pitillo, como si unas mallas de ciclista se tratase.
En 2022, la tendencia de los pirata podría enmarcarse también en ese reiterado retorno de la estética dosmilera: ya en primavera de 1998 fue introducido por firmas como Prada o Anna Sui. En 2004 Jennifer Lopez ya había hecho de los pantalones pirata un punto de partida para distintos eventos y alfombras rojas.