Se calcula que una mujer desecha a lo largo de su vida alrededor de 11.000 productos de higiene íntima. La bombacha menstrual surge como una propuesta amigable con el ambiente ya que reemplaza a las toallas y tampones. Además, es la opción más práctica (no hay que cambiarla ni vaciarla a cada rato), la más durable (la prenda resiste 1.100 lavados) y la más económica (hay desde $ 1.600).
Gitte nació poco antes de la pandemia. “Comencé a importar variedad de telas desde Alemania y Estados Unidos y me puse a probar”, cuenta Geraldine Carbone, quien ya vende más de 100 bombachas mensuales. El primer modelo surgió inspirado en las que se fabrican en Estados Unidos. Pero, al igual que ellas, no era buena la capacidad de absorción; había que reemplazar la prenda a las 5 horas. Por eso, la emprendedora y pionera bonaerense incorporó más tecnología hasta llegar a las bombachas Gitte de hoy.
¿Cómo funcionan?
Por fuera son de lycra de secado rápido. El secreto está en cómo trabajan en conjunto las tres capas de tela de alta tecnología ubicadas en la parte interna. La primera lo que hace es permitir el paso de la humedad a una segunda tela que absorberá lo sólido (la sangre es 70% líquido y el 30% es tejido). La composición de esa tela evita la proliferación de bacterias, por lo que no se generan olores fétidos.
La tercera capa tiene poros pequeños que imitan a los de la piel. Como lo sólido quedó retenido, la última tela recibe lo líquido; se activa con el calor corporal y elimina la humedad, evaporándose.
“Con estas bombachas estás siempre seca y fresca; no te da calor y te duran todo el día”, dice Geraldine, y agrega: “Estos productos son más limpios y seguros que las toallitas porque en ellas se va pudriendo el contenido y por ende emiten olor; además abajo tienen un plástico, mientras que la bombacha no; evapora la humedad”.
¿Cuánto duran?
Pueden durar años, ya que resisten 1.100 lavados. ¿Cómo se lavan? Fácil. Hay que ponerlas debajo del chorro de agua de la canilla, apretar un poco y listo. No hace falta refregar y se secan enseguida.
La composición de telas es la misma para todos los modelos de bombachas. Éstas se diferencian según la capacidad de absorción (leve, moderada, intensa) que está directamente relacionada con la superficie que cubren las telas inteligentes (más material, mayor precio; algo intermedio cuesta $ 3.000).
Esas áreas de telas de alta tecnología son rígidas. “Vamos sacando modelos según las sugerencias y necesidades de las clientas; más abiertas, más altas; hay cola less, culotte y vedetina; también incorporamos colores para las adolescentes”, explica la emprendedora.
¿Dónde se consiguen?
El principal canal de venta es el e-commerce, principalmente la página de la marca (aunque también se comercializan por Mercado Libre). Gitte cuenta además con un Showroom en CABA.
Universo Gitte
La bombacha menstrual fue el puntapié inicial de la marca; lo que dio origen a otros productos absorbentes. Así, desde $ 7.000 ofrece mallas para los días femeninos (con otra composición de telas ya que lo retenido no puede fluir en contacto con el agua).
Otro descubrimiento (que se vende a la par de las bombachas) es la ropa interior para incontinencia urinaria, que fabrica según distintas capacidades de absorción y para ambos géneros.
En el caso del bóxer (a diferencia de la bombacha que se confecciona con lycra) la tela utilizada es el bambú, que es termo activa, de rápido secado, hipoalergénica y antibacterial. Si hace frío cierra los poros y conserva el calor mientras que si hace calor los abre y provoca frescura.
“La incontinencia se asocia a la ancianidad, sin embargo es un problema de todas las edades que atenta contra la autoestima de las personas, dado que a ningún adulto le gusta usar pañal”, explica Geraldine y añade: “Aquí hay un aspecto social y emocional adicional; no alcanza con que el producto funcione, también tiene que gustar porque fortalece la autoestima; por eso prestamos atención a las sugerencias de los clientes”.
Gitte fabrica productos amigables con el ambiente y no genera basura; el packaging es biodegradable e incluso comercializa los restos de tela para rellenar bolsas de boxeo.