A cargo de la operación en Argentina desde febrero de este año, Eduardo Derevicki le está dando un fuerte impulso al Boston Medical Group, aprovechando su experiencia en el mundo de la consultoría y también en empresas de servicios de salud.
En el país, cuentan con 17 centros en las principales ciudades y están también ampliando el ámbito de incumbencia de sus tratamientos. Una puesta al día de qué es y a dónde va el Boston Medical Group.
¿Qué es Boston Medical Group?
Es una empresa de salud que busca el bienestar de las personas. No solamente del hombre sino también de las mujeres, porque a partir de que el hombre se siente bien, va a estar bien con su pareja.
¿En cuántos países están?
Estamos presentes en España, México, Colombia, Perú, Brasil, Argentina y Canadá recientemente, con posibilidades de crecimiento en muchos otros países, posiblemente más pronto de lo que nos imaginamos.
¿Cómo manejan la tensión entre el abordaje médico y la gestión comercial de ese abordaje médico?
Lo que sucede normalmente es que la persona que tiene este tipo de problemas, ya sea una disfunción eréctil o problemas de eyaculación precoz, le cuesta asumir la situación y uno tiene que accionar sobre ellos (vía comunicación) para que tomen la decisión de venir.
Cuando me hablas de ir… ¿es una clínica, un consultorio, estructuras propias o de terceros?
No, son todos espacios propios. Tenemos lugares fijos en las principales ciudades del país con nuestros profesionales propios, también.
¿En cuántas ciudades están en Argentina?
Estamos presentes en 17 ciudades y -como te decía- todas con estructuras propias, en ningún país el BMG es una franquicia.
Y cuando la persona llega al consultorio, ¿las atiende un médico?
Por supuesto. Una vez que la gente llega a una de nuestras clínicas se sorprenden con el nivel de servicios que les brindamos, porque trabajamos de manera integral con la persona. Es decir, no solamente nos interesa lo que le está pasando con su problemática de disfunción sexual, sino que también vemos de dónde proviene, porque diferentes personas pueden tener patologías de base que hace que tengan problemas relacionados con el tema sexual.
Una persona que tiene una problemática sexual como las que ustedes intentan solucionar puede plantearse si ir a un urólogo o a Boston Medical Group, ¿por qué toma una decisión y no la otra?
En general los urólogos suelen trabajar con ciertas problemáticas, aunque claramente están capacitados para poder atender un paciente. Pero la especificidad en la cual nosotros trabajamos y la experiencia de más de 20 años, nos ha hecho acreedores del conocimiento profundo de la problemática con la cual viene un paciente.
¿Pero lo tratan urólogos también, verdad?
Sí, son todos médicos, con diferentes especialidades, principalmente son urólogos pero pronto estaremos incorporando psicoterapeutas para trabajar de manera complementaria con nuestros médicos. Tenemos especialistas endocrinólogos, médicos clínicos, entre otros, porque a veces las enfermedades de base con las que viene un paciente, hace que sea necesaria esa interconsulta o ese conocimiento adicional. Cada médico que se incorpora a nuestro staff tiene un periodo de capacitación para entender cómo abordamos a cada paciente y se hace experto rápidamente en tratar este tipo de pacientes.
¿Esos médicos tienen relación con Boston Medical Group o son independientes?
Es un mix. Tenemos médicos que trabajan exclusivamente para Boston Medical Group y tenemos algunos otros médicos que tienen algunos días de consultorio independiente en su especialidad. Ninguno compite directamente con Boston: no es que lo que hacen acá después lo hacen por su cuenta.
¿La consulta tiene un precio unificado? ¿Hay algún tipo de cobertura o reintegro con alguna mutual?
No, trabajamos de manera privada, no trabajamos a través de coberturas médicas ni obras sociales.
¿Tienen una tarifa única?
Depende. Vamos cambiando las tarifas en función de horarios y de la dificultad. Por ejemplo, a la mañana resulta más complicado traer clientes, entonces tenemos una tarifa promocional para los turnos de mañana. Todo el mundo quiere a partir de las 18hs, que es el horario que sale de trabajar. Entonces somos estratégico en ese sentido. Y en el interior, en algunas provincias donde -por ahí- es un poco más dura la economía, obviamente ayudamos con una reducción de los precios.
¿Pero tenes alguna banda de referencia entre cuánto y cuánto?
Estamos entre los $ 400 y los $ 600.
Y esa primera consulta después puede derivar en tratamiento, ¿que tiene un periodo estándar de cuánto tiempo...?
Cada paciente tiene un diagnóstico, que depende del problema que traiga. Puede venir porque tiene un problema de disfunción eréctil, un problema de eyaculación precoz, o porque tiene ambas. Se diferencia también por la edad que tiene el paciente, por el tipo de patologías que trae, incluso por el tipo de actividades que hace. Hay pacientes que clínicamente no tienen ningún problema, pero están pasando por una situación de máximo estrés y eso dificulta que tenga una erección completa, o que tenga problemas de eyaculación precoz.
¿Qué prevalece más: causas fisiológicas o emotivas?
Es un mix de causas. La razón más frecuente es la edad: a medida que son más adultos, los pacientes no tienen el mismo tipo de respuesta que una persona joven. Sin embargo, estamos teniendo muchos jóvenes en este momento, y es producto de una falacia con respecto a la eyaculación precoz, se cree que la eyaculación tiene que durar mucho más tiempo del que verdaderamente es.
¿Mucho estereotipo porno ahí o no?
Por supuesto. Y también tenemos muchos jóvenes, de 20 a 25 años que vienen con serios problemas de ingesta de alcohol, consumo de drogas o sobrepeso elevado, que eso repercute negativamente. Eso trae muchas consecuencias en el desempeño sexual.
¿Sus pacientes suelen llegar acompañados de sus mujeres?
Sí, tenemos consultas médicas con la pareja. Muchas mujeres están muy interesadas en que se solucione ese tema. Conocemos casos de parejas que se han desunido por este tipo de situaciones, hay hombres que quedan muy dolidos por esto. Como también conocemos parejas que se han reconciliado porque el hombre ha vuelto a tener su vida sexual normalmente.
¿Hay muchas empresas dando soluciones similares a las de ustedes en este segmento?
En general lo que hay son organizaciones -no se si llamarlas empresas porque por ahí son microemprendimientos- que lo que hacen es ofrecer complementos vitamínicos. En cambio lo que nosotros ofrecemos son tratamientos médicos, que aportan una solución.
¿La solución es muchas veces farmacológica?
No necesariamente. La solución puede o no incluir medicación. Si hay medicación, obvio que la receta el médico. Nosotros trabajamos en alianza con un laboratorio, que cumple con todas las normas legales, y la medicación es personalizada, es para cada paciente.
¿O sea que no se compran en farmacias?
No, lo elabora un laboratorio de manera personalizada en función de la recomendación médica para ese paciente. Obviamente cumpliendo con todas las normas. Además los pacientes reciben la medicación en el domicilio que soliciten de manera muy reservada.
¿Están bien con la red que tienen de 17 puntos de atención?
Desde que yo me hice cargo de la gestión en Argentina, lo que estamos haciendo es mejorar la calidad de todos nuestros centros de atención. Lo que vemos es que algunos mejoran el equipamiento, otros mejoran el lugar. Actualmente estamos en proceso de mejora de nuestra atención aquí, en Capital Federal, donde estamos prontos a mudarnos a una nueva locación con todas las comodidades y nuevos equipamientos médicos. Hoy la medicina no solamente es la cuestión médica, sino también el confort. Un paciente nuestro es un paciente que puede venir de un segmento socioeconómico medio bajo, como puede ser de nivel muy alto, pero hay que darle todas las comodidades y seguridades para que ese paciente se sienta cómodo. Que sepa que su problema se va a resolver de la mejor forma posible y de manera reservada.
¿Cuántos pacientes han tratado en Argentina?
A nivel mundial ya tenemos más de 1.200.000 pacientes. En Argentina estamos alrededor de 90.000 pacientes desde que comenzamos. Muchos de ellos son pacientes desde que iniciamos, porque hay hombres que lamentablemente tienen que tener un tipo de tratamiento crónico, que no tiene recuperación definitiva. Son pacientes desde nuestros inicios y cada vez que nos ven nos agradecen porque se les soluciona su vida sexual. En México tenemos un paciente de más de 100 años.
¿Cómo salen a comunicarse con sus potenciales pacientes?
Somos muy activos. Cambiamos la comunicación, que era muy comercial y focalizada, con imágenes un poco jugadas, a otra comunicación más médica, más orientada a la salud, con imagenes de profesionales y equipamientos médicos, y de parejas pero en situaciones mucho más tradicionales. Lo hacemos en todos los medios de nuestro alcance: hoy por hoy están de moda las redes sociales. También trabajamos fuertemente con buscadores y demás. Pero también somos activos en vía pública, en nichos específicos, etc.
Una vez que despertaste el interés de la persona ¿cómo sigue el proceso de captación?
Nosotros tenemos más de 1.500 contactos mensuales de gente que se interesa en nuestros tratamientos. De esos contactos mensuales, la mitad vienen a nuestras diferentes clínicas, y de esa cantidad (dependiendo del diagnóstico y de la situación económica) inicia su tratamiento, que puede durar de un mes en adelante. En cuanto vemos que la persona puede continuar con su vida sexual plena sin necesidad de nosotros, le damos el alta.
¿Es un negocio rentable en Argentina?
Es rentable, pero no te podés relajar nunca. Estamos creciendo mucho: desde que yo llegué mejoramos casi un 50% nuestra facturación.
Después que Uds. salieron al mercado, hace 20 años, vino el boom del “viagra como píldora mágica”… ¿Eso ayudó a bajar tabúes del tema?
El viagra lo que hizo fue bajar la barrera de entrada de mucha gente. Sin embargo, nosotros no trabajamos con una droga en particular, sino con tratamientos integrales porque abordamos la situación del paciente. Cualquier persona puede ir a comprar viagra, pero no cualquier persona es ideal para consumir viagra. Porque depende de las patologías que tenga la persona. En salud más vale estar cuidados por profesionales médicos con muchísima experiencia y que sean específicos.
¿El sildenafil (conocido por una de sus marcas, Viagra) es parte del tratamiento?
Podemos utilizar esa droga, pero lo que pasa es que de acuerdo a la persona a veces no es necesario. A veces con un tratamiento de ondas se soluciona. En otras oportunidades tenemos distintos productos que tienen que ver con spray sublingual, que mejora sustancialmente la capacidad de erección del paciente. Todo depende con qué viene y cuál es el grado de disfunción eréctil, por eso cuando se le hace el diagnóstico inicial a un paciente, se le hace un test de erección. Estos tests determinan cual es el grado de erección que tiene ese paciente, y a partir de ahí -conociendolo clínicamente, desarrollando una historia clínica con las patologías con las que viene, sabiendo la edad, etc- lo que hace el médico es determinar cuál es el tratamiento, tanto en duración como lo que puede incluir o no. Tenemos casos de personas que vienen con mucha expectativa, pensando que es una fórmula mágica y no es así. Tienen que entender que estos tratamientos llevan procesos que en general son cortos, pero en muchos casos pueden ser muy largos. Nosotros preferimos ir ganando etapas y generando confianza, a partir de un tratamiento bien llevado.