En tres o cuatro meses, según nos confirma Roxana, una de las dueñas junto con su marido Martín, estarán inaugurando la segunda sucursal de delBent en barrio Jardín, en cercanías al Paseo del Jockey.
Para los que no la conocen, esta heladería se caracteriza por hacer helado sin agregados químicos y pensado para su consumo en el día. Todos los días se producen entre 80 y 150 kg, cantidad que puede ir variando según la demanda y otros factores que tienen en cuenta a la hora de la elaboración. Es un helado muy cuidado, según nos cuenta su dueña, que generalmente se acaba en el día ya que no producen para generar stock.
Alrededor de 24 gustos son los elaboran cada día, pero cuentan con una lista de 100 sabores que van rotando a diario según la disponibilidad y frescura de los ingredientes. El dulce de leche es un clásico y uno de los más vendidos, junto con otros "no tan clásicos" como miel, jengibre y limón, un gusto que, según nos cuenta Roxana, no pueden dejar de hacer.
Muchos de los sabores que elaboran los hacen teniendo en cuenta las frutas de estación. Por ejemplo, el helado de frutilla, que es un clásico en todas las heladerías, no lo producen todo el año porque su cosecha es muy limitada, y desde delBent tratan de respetar el producto y su proceso.
¿Los sabores más exóticos? Crema pastelera a la naranja y burro, evo extra virgen de oliva, palta, gazpacho, albahaca... y la lista puede seguir.
Precios
1 kg $350
1/2 kg $185
1/4 kg $100
1 bocha $50
2 bochas $85
Una idea y un producto con origen italiano
delBent surge hace 20 años en Varese, provincia de la región de Lombardía, Italia, a donde Roxana y Martín migraron luego de haber vivido en Córdoba, su provincia natal. Allí eran propietarios de una heladería, llamada de la misma forma que la que tienen en Villa Allende, pero que elaboraba helados industriales. "Después fuimos tratando de mejorar la calidad de esos productos industriales hasta que nos dimos cuenta que podíamos hacer todo nosotros, estudiando, y aprendiendo a balancear una receta", explican.
Los últimos 10 años que Roxana y Martín estuvieron en Italia se encargaron de elaborar helados puramente artesanales y sin agregados químicos, y eso mismo decidieron continuar aquí cuando regresaron en el año 2013 y abrieron su primera sucursal de delBent en Villa Allende.
"Llegamos acá y nos dimos con que era posible seguir con esta idea. Es una filosofía de vida, nos dedicamos con pasión a hacer esto, no solamente para sobrevivir sino que tiene otros significados para nosotros este trabajo", finaliza Roxana. (JR)