“Es un gran error, o un acuerdo al que llegaron con los laboratorios farmacéuticos, el hecho de que el Gobierno solicite a la ANMAT el cambio de categoría, de venta bajo receta a venta libre, de 22 medicamentos”, aseguró Marcelo Peretta, secretario general del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB).
“El gobierno pretende pasar a la categoría de venta libre un listado de medicamentos con claras contraindicaciones y serios efectos adversos”, explicó Peretta y continuó: “A pesar de la completa inacción del Ministerio de Salud para frenar la suba de precios de medicamentos, de prepagas y de repelentes y de la notable pérdida de acceso a la salud de los argentinos, el ministro Mario Russo trabaja tiempo completo para la industria farmacéutica y encomendó a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), por medio de la Resolución MS 284/24, cambiar de categoría 22 medicamentos que hoy son de venta bajo receta, lo cual deberá evaluarse en el marco de la ley 16463 y su Decreto 9763/64, considerando la naturaleza de cada producto, su composición y riesgos para la salud”, justifica.
Según señala “en base a los Ingredientes Farmacéuticos Activos del Registro de Especialidades Medicinales, el listado de remedios a cambiar de categoría será revisado según la Clasificación ATC que los agrupa según su anatomía, terapéutica y química”. Y agregan (y deducen): “a simple vista surge el alto riesgo para la salud que implica liberar la venta de: “Orlistat”, “Aciclovir”, “Tadalafil” o “Pantoprazol”, que pueden provocar: alergias, arritmias, diarrea, hipotensión, hipertensión, infertilidad, priapismo, ictericia, ceguera, daño renal y neumonía, entre otros efectos graves, según se describe en el cuadro adjunto elaborado por la Escuela de Competencia Laboral del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB)”.
Marcelo Peretta aclaró que no es “un tema de calidad, seguridad y eficacia probadas durante cinco años en el país”, como afirma ANMAT, sino que “es un problema de falta de educación al consumidor de medicamentos, quien queda a merced del mercado que solo quiere vender, sin asumir las consecuencias”.
Según el sindicato, esta disposición solo favorecería a los laboratorios. “De aprobarse este pedido de los laboratorios se continuará banalizando el consumo de medicamentos y potenciando la automedicación y el uso irracional de fármacos que terminan en nuevas consultas médicas y problemas de salud que luego el Estado debe pagar".