Petrone y su abogado denuncian: ¿por qué no se investiga a Vezzaro? ¿Qué hicieron con la fianza de $ 250.000?

Petrone admite su mayor culpa: no haberse interiorizado de la situación penal que lo involucraba y confiar en sus primeros abogados que lo llevaron a una situación sin retorno.

En ese sentido -dice el fundador de Gama- quiere saber si el ex Fiscal General de la provincia, Darío Vezzaro, cometió algún delito cuando ejercía también la función de abogado defensor y le transmitió que por US$ 1.000.000 “se solucionaba todo”.

Además de esta denuncia (ver aquí), el abogado José Adolfo Lavisse pide también en otro escrito (ver aquí) una “investigación sobre presuntas y posibles irregularidades en el manejo de dinero depositado en concepto de multas y fianzas”. Según explicó a InfoNegocios, no consigue que el Tribunal le de información sobre el estado de una fianza de $ 250.000 depositada en 2008, que actualiza en Plazo Fijo como corresponde, debería ser ahora de $ 1.000.000,

Al margen de estas denuncias, se supo ayer que el Tribunal Superior se expedirá el próximo jueves 15 en torno a un reclamado incidente que solicita la libertad de Petrone a instancia de la reforma del Código Penal que establece claramente:

“ARTÍCULO 59.- La acción penal se extinguirá:
6°. Por conciliación o reparación integral del perjuicio, de conformidad con lo previsto en las leyes procesales correspondientes”.

Para la defensa de Petrone, cualquier resolución será favorable: si queda en libertad porque -entienden- se habrá hecho justicia y si el recurso es denegado, porque quedará la vía expedita para recurrir a la Corte Suprema, donde auguran un trato más acorde a Derecho y sin las persecuciones judiciales y políticas a las que se sienten sometidos.

Paralelamente, en el mundillo periodístico se comentaba ayer que un equipo de investigación de Periodismo para Todos (PPT) estaría llegando a Córdoba para escarbar entre ésta y otras supuestas irregularidades en el Poder Judicial de la provincia.

Dice Petrone (*)
“Buenos días, voy a decir lo que quiero, no acepto mas sugerencias de terceros…

Hoy necesito contar algo que no se ha contado y no lo sabe ni mi propio abogado. Se que hace ocho años o un poco menos, siete, seis, que estoy condenado, no llevé el apunte porque no sabía de la megacausa, ni quién era el Fiscal Moyano ni el Fiscal Gavier, ni conocía cuestiones penales porque esta es mi primera vez. Entonces, delegué, contrato por primera vez un abogado, el Dr. Vezzaro… que a los seis meses se fue de Fiscal de Estado.

Yo soy un enemigo de la industria del juicio. En Gama hay instrucciones de no dejarse extorsionar por la industria del juicio, nosotros estamos en un negocio de una gran inseguridad jurídica, vendemos en dólares y cobramos a un dólar intermedio y eso no existe jurídicamente, vendemos en pesos indexados y eso tampoco existe jurídicamente, pero tenemos que adaptarnos a la verdadera realidad de la argentina.

En mi negocio no hay coimas, no estoy prendido en la obra pública, no estoy prendido de la teta del estado. No acepté jamás la extorsión. En todos los casos perdí plata, me llevó tiempo, me fue mal o bien, pero no cedí en mis convicciones.

Entonces bueno, yo lo contrato al Dr. Vezzaro y ahí comienza mi primer error.

Ese fue el principio del fin. Si tengo tanta capacidad para hacer maniobras como las que sugirió el Fiscal, la verdad que me deslumbró la brillantez que tengo para elucubrar todo esto que he elucubrado. Nada más lejos porque yo me manejo por intuición, no me manejo pensando las cosas anticipadamente.

La realidad es que vamos a un juicio por usurpación al que no le doy importancia, ya se solucionará y lo dejo pasar. Hasta esa etapa yo no sabía lo que era un imputado, un procesado, no conocía el significado de las palabras porque yo no soy del ámbito jurídico.

Antes de entrar a la megacausa, el Dr. Vezzaro me llama, a través siempre de un tercero, comunicaciones que las sábanas pueden mostrar, a través de un preparador físico, él llamaba al preparador físico y éste me llamaba a mi y yo iba a su casa, a las 21:00 hs. en el Cerro, a las 21:00 hs., una casa desordenada, con un perro, latas de cervezas, desordenado en su vida privada, pero el Fiscal era Fiscal de Estado y había sido mi abogado y yo seguía confiando. Hasta que me dice: esto se arregla de esta manera, y no me consta porque voy a mencionar a una persona y no me consta, si me consta que me lo dijo Vezzaro: el Dr. Buteler por 350.000 dólares arregla esta causa. Yo con mi política de no extorsión dije: no, no doctor, yo soy inocente, yo he sido estafado, yo tendría que estar de ese lado, mi sentido común me indica que yo debí haber iniciado una demanda por estafa, no acepté.

… estamos sufriendo una extorsión, que a ese momento ya estaba en 1.000.000 de dólares. Vezzaro siempre habló en nombre de Buteler, pero éste nunca habló conmigo ni me consta, y en algún momento hasta me dijo que había que repartir algún dinero con la Dra. Tarditti, son las cosas que él me decía a mí, yo no sabía quién era la Dra. Tarditti

… con Brito nos juntamos, se horroriza con la defensa, no entendió nunca porque me defendieron así (le pide disculpas al Dr. Brito porque dice que él no quería que dijera eso). Cuando me crucé con De la Sota me dijo que Vezzaro tenía miedo de que lo denunciara por  mala praxis. Nos ponemos de acuerdo en los honorarios con Brito y le digo lo de siempre: este es su problema. Me paró el carro como nunca nadie lo había hecho, y me lo dijo con tanta firmeza que lo entendí, no, este es su problema, es suyo, no mío.

Yo no tengo más necesidad, estoy hecho hasta el final de mi vida; pero disiento con el Fiscal, tengo pecados capitales pero no es la avaricia. Hago noventa y ocho favores por día y no los promociono.  La realidad es que hoy Gama tiene veintisiete jóvenes en funciones gerenciales salidos de divisiones inferiores, como en el fútbol. Soy prisionero de mis palabras, si buscan notas periodísticas, una la titularon “ángel o demonio”. Mi personalidad da esa posibilidad de confundir, hasta que me conocen, estoy más cerca del ángel que del demonio. Yo aspiraba a tres cosas para el resto de mi vida: una, la mujer definitiva para mi vida, de la que me quiero enamorar. Me divorcié de la mujer que amaba mucho y dejé de viajar para que no me pase con la futura; dos, la filantropía, tengo mucha necesidad de dar. Soy un afortunado agradecido. Hice una fundación, la armé, pero no encontré todavía qué, lo más cercano hasta ahora es la familia de mis 2500 empleados, yo ya no necesito ocuparme de la empresa, funciona sola, yo hace un año que no voy y tercero, transformarme en un viejito sabio.

Yo no fui a la escuela no porque mis padres fueran malos, yo fui un chico rebelde, difícil, hice trabajos rústicos muchos años. En los pueblos decimos que una empresa se funde cuando se queda sin capital, me fundí siete veces. Soy positivo, voy a vivir cien años, a mi hijo más chico –tengo cinco, tengo hijos más grandes que el Fiscal- fue al que más me dediqué como papá, siempre lo aconsejé de que le diga cosas lindas a la gente, que no sea hipócrita, pero que diga cosas lindas. Yo no soy hipócrita, toda la gente tiene algo lindo. Siempre he pasado por cosas, dolores, pérdidas, hoy voy a tener una buena noticia, si deciden absolverme, es una buena noticia, pero si deciden condenarme también porque es un aprendizaje.

Yo no tenía necesidad, sería muy ingenuo ir a comprar un campo camino a Carlos Paz, al menos hubiera esperado la inscripción de la escritura. La empresa funciona así, se cae por tantos lados la acusación de la Fiscalía. Me siento como el jefe de una banda de catorce personas que no conozco y está demostrado de todas maneras, sábanas, declaraciones, todo. Soy jefe de una banda de 2500 personas que se levantan a trabajar. Me comentaron que hay gente afuera, yo no les pedí. Ellos saben que los quiero y respeto. Esos 2.500 iban a ser 4.000, digo iban, porque yo vivo de la credibilidad. Soy jefe de 6.000 clientes que pagan las cuotas. Tengo 8.500 familias preocupadas, porque nadie sabe si van a tener trabajo. Yo digo que la empresa va a seguir funcionando por todo su personal. Los clientes, proveedores, bancos, financistas siguen creyendo en nosotros.

No voy a la iglesia, pero tengo relación directa con Dios. Si me toca estar condenado, lo voy a hacer sin ningún tipo de resentimiento,  quiero seguir siendo agradecido. No quiero, como algunos en la cárcel, estar resentido. Soy totalmente inocente, he sido estafado, todo lo que dije fue sin estrategia. No sé si meto la pata.”

(*) Extracto de las palabras finales pronunciadas por Jorge Petrone el día 10 de enero de 2014 antes de conocerse el veredicto que lo condenó a prisión.