- La Nación intenta retomar las negociaciones con el FMI, algo indispensable para poder salir a buscar fondos en los mercados internacionales de crédito y desvanecer el riesgo de una nueva cesación de pagos de la deuda pública durante el 2010. Que haya cuasi-monedas circulando sería una mala noticia para avanzar en las negociaciones con el organismo financiero multinacional.
- Pareciera que a nadie le conviene que se emitan cuasi-monedas, en particular a los empleados públicos, jubilados y pensionados que se verían obligados a recibirlas como parte de sus remuneraciones. Tampoco serán bienvenidas por los contratistas y proveedores del estado provincial que ponga en circulación a estos instrumentos.
- Sin embargo hay quienes ya se están frotando las manos esperando que nuevamente las cuasi-monedas inunden los bolsillos de los sufridos habitantes de nuestra provincia en particular y del país en general. Como estos papeles no sirven para ahorrar, la gente deberá gastarlos rápidamente y quienes venden bienes de consumo de primera necesidad serán beneficiados. También las “cuevas” y los “arbolitos” encontrarán una nueva mercadería para realizar transacciones marginales y verán ampliar sus negocios.
- La experiencia demuestra que la provincia de Córdoba siempre logró recuperarse tras emitir cuasi-monedas en situaciones de asfixia fiscal extrema, pero seguramente nadie encontrará consuelo en saber que después de una grave enfermedad su salud ha mejorado. Siempre es mejor estar inalterablemente sano y dejar que los tontos se consuelen con superar las situaciones desgraciadas en las que se metieron por mérito propio.
¿Quiénes ganan y quiénes pierden en un escenario de cuasi-monedas? (Por Daniel Semyraz).
La emisión de cuasi-monedas es el tema económico del momento, y no sólo en Córdoba, ya que ésta es una situación que afecta a la mayoría de las provincias argentinas y suma enormes preocupaciones al Gobierno Nacional. Las cuentas públicas cordobesas acumulan un desequilibrio presupuestario estructural, pues permanentemente las erogaciones vienen superando a los ingresos, pero en los últimos tiempos se suma un ingrediente adicional de característica coyuntural: la Nación está “pisando” el envío de recursos comprometidos en diversos acuerdos.
Muchas provincias están considerando la posibilidad de emitir nuevamente cuasi-monedas -ya hubo una primera oleada de “papelitos” en 1995, con la crisis del Tequila, y una segunda en el 2001, con la crisis que condujo a la salida de la Convertibilidad-, pero nadie quiere ser la primera. (Los principales perjudicados -y los favorecidos- en un escenario cubierto de bonos en la lupita que te lleva a ver la nota completa).